¿Es más barato prender y apagar el aire acondicionado o dejarlo prendido?

El electrodoméstico favorito del verano pone en duda a los ahorradores. ¿Qué podemos hacer para evitar una sorpresa en la factura de la electricidad?

Por:

Nicolas Lafferriere

En temporada veraniega, los ahorradores toman conciencia del gasto que representa el uso de ciertos electrodomésticos en sus hogares. Aunque brinda comodidad durante las temperaturas más insoportables, el aire acondicionado puede impulsar un importante aumento significativo en la cuenta de la luz que todos deseamos evitar.

El gasto de un aire acondicionado

A pesar de que el uso del aire acondicionado varía según el tamaño del equipo, se ha generalizado un consumo entre un 3000 y 3500 vatios por hora. Otras unidades que se colocan en ventanas pueden utilizar entre 900 y 1440 vatios, mientras que las unidades oscilan entre 2900 y 4100.

Es importante tener en cuenta que el gasto de estos equipos depende de otros factores, como son el clima y las configuraciones que decidamos utilizar, por lo que el gasto siempre estará atado a cada persona y sus preferencias de temperatura. Una calculadora de consumo mensual puede ayudarnos a definir la energía que utiliza nuestro aire acondicionado, así como también el costo de su uso.

¿Cómo evitar un aumento en la cuenta de luz?

Para ahorrar electricidad en el uso del aire acondicionado, se pueden seguir los siguientes consejos:

• Regular las temperaturas con cuidado. Cada grado que descendemos de nuestro equipo incrementa un 8% del consumo energético. Por lo mismo, se recomienda no mantener el equipo a una temperatura muy baja en primera instancia, sino dejar que se enfríe de forma progresiva.
• Mantener la casa cerrada durante el uso de aire acondicionado, evitando así las pérdidas de energía. También es preferible mover las cortinas y bajar las persianas en horas con temperaturas más altas, evitando así que suba la temperatura dentro del hogar.

• Colocar el aparato en un lugar con buena circulación de aire, como puede ser encima de las ventanas. Esto impide que el sol ilumine el aparato de forma directa, evitando así problemas de funcionamiento y mejorando la eficiencia del aparato.
• Mantener y limpiar nuestro aire acondicionado, para garantizar su correcto funcionamiento. Lo ideal es realizar un mantenimiento completo del equipo cada dos años. Una limpieza de filtro mejora el rendimiento del equipo a la par que prolongará su vida útil.
• Adquirir un equipo eficiente, y cuya clasificación energética sea lo más alta posible. Esta escala va de la A a la G, con la primera letra representa un ahorro del 40% de electricidad. También, es posible encontrar productos con calificaciones como A+, A++, A+++, que aumentan el ahorro.

Se ha comprobado que un sistema de enfriamiento eficiente utiliza hasta un 60% menos de energía eléctrica que uno de alto consumo que tenga las mismas propiedades. Por lo tanto, es importante tener en cuenta estas consideraciones antes de llevar a cabo la adquisición.