El detalle que salvó a un empleado en España tras ser despedido por ir de compras en horario laboral

Un error de procedimiento legal obliga a una empresa de ingeniería a pagar casi 49 mil euros a un empleado que simulaba trabajar.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

El detalle que salvó a un empleado en España tras ser despedido por ir de compras en horario laboral
Trabajador es indemnizado pese a fingir su jornada laboral. Fuente: Freepik.

En un insólito caso ocurrido en España, un empleado que realizaba compras y paseos personales en horario laboral logró ganar una demanda tras ser despedido, gracias a un detalle técnico: su empresa no lo sancionó a tiempo.

Así lo dictaminó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que consideró improcedente el despido y condenó a la empresa a pagarle una indemnización de casi 49.000 euros.

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Trabajador es indemnizado pese a fingir su jornada laboral. Fuente: Freepik.

¿Puede un empleado ganar un juicio si lo despiden pese a tener pruebas en contra?

El trabajador, identificado como Ceferino, tenía más de 15 años de antigüedad en una empresa de ingeniería de la Comunidad de Madrid. Su función era inspeccionar hidrantes, tarea por la que recibía un plus si completaba al menos 18 visitas diarias.

Aunque cumplía con ese mínimo, detectives privados contratados por la empresa documentaron que el resto del día lo dedicaba a actividades personales: ir al supermercado, pasear al perro o quedarse en casa.

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Trabajador es indemnizado pese a fingir su jornada laboral. Fuente: Freepik.

Pese a tener pruebas sólidas, la empresa cometió un error crucial, esperó más de 60 días naturales desde la finalización de la investigación para despedirlo, superando el plazo que establece el artículo 60.2 del Estatuto de los Trabajadores para imponer sanciones por faltas muy graves.

¿Qué error cometió la empresa que terminó salvando al trabajador despedido por fraude laboral?

El tribunal determinó que la empresa tenía conocimiento de la conducta de Ceferino al menos desde el 21 de junio, pero lo despidió recién el 28 de agosto. Por esa razón, el despido fue calificado como improcedente. Además de la indemnización, la empresa deberá pagar 360 euros por pluses impagos y asumir las costas del proceso judicial.

Este caso demuestra cómo un descuido en los plazos legales puede revertir incluso los despidos más justificados y deja una advertencia clara para las empresas, cumplir con los procedimientos es tan importante como tener pruebas.

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