Así impacta la ingesta de grasas en nuestras facultades mentales

Una alimentación inadecuada puede comprometer la función cognitiva.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la salud del cerebro. Fuente: Canva - Pexels - La Península

La relación entre la alimentación y la salud cerebral ha sido objeto de creciente interés en la comunidad científica. Recientes estudios destacan cómo el tipo y la cantidad de grasa consumida pueden influir significativamente en las funciones cognitivas, afectando desde la memoria hasta el estado de ánimo.​

Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la salud del cerebro. Fuente: Canva - Pexels - La Península

Grasas saturadas y deterioro cognitivo

La médica Núria Casals, investigadora en metabolismo lipídico, señala que una dieta rica en grasas saturadas y azúcares no solo contribuye a enfermedades como la obesidad y la diabetes, sino que también puede afectar negativamente la salud cerebral.

Estos alimentos han sido asociados con una disminución de habilidades cognitivas, especialmente en adultos mayores, debido a la pérdida de plasticidad cerebral con la edad.

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    Un estudio de la Universidad de South Australia encontró que una dieta alta en grasas a largo plazo puede disminuir las capacidades cognitivas, estableciendo un vínculo claro entre el consumo excesivo de grasas y el deterioro de funciones mentales.

Grasas saludables y protección cerebral

No todas las grasas son perjudiciales. Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón, nueces y semillas de chía, son esenciales para la salud del cerebro. Estudios han demostrado que estos ácidos grasos pueden reducir los síntomas de depresión y mejorar la función cognitiva.

El aceite de oliva, rico en grasas monoinsaturadas, también ha sido destacado por sus beneficios para la salud cerebral. El neurólogo Aaron Lord lo considera una de sus “comidas para un cerebro sano” favoritas, ya que ayuda a reducir el colesterol malo y elevar el bueno, contribuyendo al bienestar general.

Impacto en neurotransmisores y flujo sanguíneo

Las dietas altas en grasa pueden disminuir la concentración del GABA, un neurotransmisor clave en el control de decisiones y emociones, en la corteza frontal del cerebro. Esto puede favorecer la ansiedad y el apetito extremo.

Además, investigadores de la Universidad de Birmingham sugieren que las dietas ricas en grasa pueden disminuir el flujo sanguíneo en áreas clave del cerebro durante situaciones de estrés, lo que podría tener un impacto negativo en el estado de ánimo y el rendimiento de las funciones mentales superiores.

Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la salud del cerebro. Fuente: Canva - Pexels - La Península

A tener muy en cuenta

La evidencia científica subraya la importancia de una dieta equilibrada en grasas para mantener y mejorar las funciones mentales. Mientras que el consumo excesivo de grasas saturadas puede tener efectos adversos en la cognición, la inclusión de grasas saludables como los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva puede ofrecer protección y beneficios significativos para la salud cerebral.​

Adoptar hábitos alimenticios conscientes y equilibrados no solo favorece la salud física, sino que también es fundamental para preservar y potenciar nuestras capacidades mentales a lo largo de la vida.

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