Beatificación en camino: ¿qué hace falta para que Antonio Gaudí sea declarado santo?

El Vaticano avanzó en el proceso para que el arquitecto pueda ser beatificado.

El papa Francisco ha dado un paso clave en el proceso de canonización del arquitecto catalán Antoni Gaudí, al firmar el decreto que reconoce sus “virtudes heroicas”. Este gesto marca el inicio formal del camino hacia su posible santidad dentro de la Iglesia Católica. Desde ahora, Gaudí es oficialmente considerado “Venerable siervo de Dios”, el primer título que se concede en el proceso de canonización.

La decisión se dio tras una audiencia entre el Papa y el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, y significa que el Vaticano reconoce que Gaudí vivió las virtudes cristianas de forma excepcional.

¿Quién fue Antoni Gaudí y por qué se le conoce como el “arquitecto de Dios”?

Antoni Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en Reus (Cataluña) y falleció el 10 de junio de 1926 en Barcelona. Es uno de los arquitectos más influyentes del modernismo catalán y su obra ha trascendido fronteras por su originalidad y simbolismo. Su estilo, inconfundible por las formas orgánicas, los colores vivos y las referencias religiosas, está presente en numerosos edificios de Barcelona, como el Parque Güell, la Casa Batlló y, sobre todo, la Basílica de la Sagrada Familia.

Fue precisamente su dedicación casi absoluta a la Sagrada Familia lo que le valió el apodo de “el arquitecto de Dios”. A partir de 1915, Gaudí abandonó todos sus otros proyectos para dedicarse por completo a esta obra, que consideraba su misión espiritual y profesional. Falleció atropellado por un tranvía cuando aún supervisaba la construcción.

¿Qué falta para que Gaudí sea beatificado y canonizado?

Después de ser declarado “venerable”, el siguiente paso en el proceso es la beatificación. Para esto, es necesario que el Vaticano reconozca un milagro atribuido a la intercesión de Gaudí. Este presunto milagro debe ser investigado y validado por comisiones de médicos y teólogos. Si se confirma, Gaudí será declarado “beato”.

La etapa final es la canonización, es decir, ser proclamado santo. Para esto, se requiere un segundo milagro, ocurrido después de la beatificación. Este segundo hecho también debe ser rigurosamente examinado y aprobado por el Vaticano.

¿Por qué su camino a la santidad ha generado interés mundial?

El caso de Gaudí es único porque se trata de un laico, no un sacerdote o religioso, y porque su espiritualidad se manifestó principalmente a través del arte y la arquitectura. Su proceso de canonización refleja cómo la Iglesia también reconoce la santidad en quienes han dedicado su vida a Dios desde vocaciones no clericales.