Escalofriante: la historia de la niña que tuvo 9 hijos con su padrastro

Rosalyn vivió un infierno desde que su madre conoció a Henry, el hombre que terminó secuestrándola.

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Por:

Alexis Montiveros

Escalofriante: la historia de la niña que tuvo 9 hijos con su padrastro
¿Cómo se liberó esta mujer secuestrada con ayuda de ‘papelitos’? Fuente: Freepik

Henry era un hombre de mediana edad, amable y servicial. O eso aparentaba cuando conoció a una mujer llamada Geila, que tenía una hija, Rosalyn, de 10 años.

La joven era una niña feliz y aplicada en sus estudios y además tocaba el violín. La relación entre Geila y Henry evolucionó rápidamente y en cuestión de meses se casaron.

Ya bajo el mismo techo, Henry comenzó a tener acercamientos inapropiados hacia la niña y fue entonces cuando comenzó el infierno.

Henry no tardó en inventar que había conseguido una excelente oferta de trabajo en otra ciudad, y convenció a Geila de mudarse con toda la familia. Pero su verdadero objetivo era otro: alejar a la familia de sus redes de apoyo y dejar a Rosalyn completamente a su merced.

Henry amenazó a su hijastra para obligarla a guardar silencio, como hacen los depredadores. El hombre ejercía violencia física y verbal contra Geila y sus tres hijos, a quienes insultaba y golpeaba con frecuencia.

La situación se volvió insostenible y Geila huyó con su pequeña. Rosalyn volvió al colegio y, pese a lo vivido, aún soñaba con un futuro prometedor.

Pero durante el trayecto, Henry intentó calmarla diciendo que su madre se reuniría con ellos pronto. Cuando Rosalyn no regresó al albergue después del colegio, Geila se preocupó de inmediato.

    Llamó al colegio y le informaron que había sido recogida por su padrastro. La madre denunció que el hombre no tenía vínculo sanguíneo ni custodia de su hija, y que estaban en proceso de divorcio.

Geila buscó ayuda en los medios de comunicación y en una organización de niños perdidos. Mientras tanto, Rosalyn quedó embarazada y perdió al bebé: su cuerpo de niña no estaba preparado.

Durante los años siguientes, Henry la mantuvo cautiva y en constante movimiento por Estados Unidos. Para despistar a la policía, le obligaba a su hijastra a escribir cartas que él dictaba, simulando que había huido por voluntad propia.

A los 15 años Rosalyn dio a luz al primero de los nueve hijos que Henry engendró durante su cautiverio. Poco tiempo después cruzaron la frontera con México.

Henry empezó a mostrarse en público diciendo que Rosalyn era su hija, embarazada de un novio mexicano que la había abandonado. Nadie sospechaba que aquel hombre era su captor.

Para sobrevivir, Rosalyn pedía limosna en las calles. La joven intentó escapar en varias ocasiones, y aunque logró hacerlo más de una vez, Henry siempre la encontraba.

Las agresiones de este sujeto rozaban lo indescriptible, pero ni siquiera su brutalidad logró destruir la fuerza interior de la joven. Su cuerpo estaba cubierto de cicatrices: cientos de heridas repartidas desde la cabeza hasta los pies.

En sus testimonios Rosalyn relató cómo Henry la golpeaba con todo tipo de objetos: un bate de béisbol, tablas de madera, botellas de cerveza. El hombre le provocó múltiples fracturas óseas e incluso le disparó con armas de fuego en varias ocasiones.

Cuando Rosalyn cumplió 18 años Henry la obligó a acudir a una comisaría y declarar que se había ido de casa por voluntad propia. Así, lograron que su nombre fuera retirado del Registro Nacional de Personas Desaparecidas.

Antes de dejarla salir, le advirtió que, si no regresaba, no volvería a ver a sus pequeños. Y así, con el destino de sus hijos en juego, obedeció.

En la vida de Rosalyn altaba comida, dinero y, sobre todo, libertad. Durante dos décadas, la situación desesperada de esta familia pasó inadvertida.

Pero un día algo cambió. La joven cautiva conoció a dos personas que eran amables y atentas, Ian y Lisa, y comenzaron a formar parte de la vida de Rosalyn y sus hijos.

En una ocasión durante una visita al supermercado, al llegar a la caja, se hizo evidente que no tenían dinero suficiente para pagar. Sin pensarlo, Ian y Lisa decidieron cubrir el faltante.

A Lisa le llamó la atención algo que no olvidaría: uno de los carros estaba lleno de carne, pero los niños, visiblemente delgados y pálidos, no parecían haber probado un buen plato en mucho tiempo.

Más tarde descubriría que la carne era solo para Henry. Lisa, una mujer con un fuerte sentido de la intuición, no pudo ignorar las señales de alarma.

Un día Ian y Lisa decidieron visitar la casa por sorpresa: lo que encontraron los dejó con el corazón en un puño. Los niños vivían en condiciones deplorables, asinados y casi sin contacto con la luz solar.

En ese momento, Henry -posiblemente bajo el efecto del alcohol- cometió un error: mencionó su edad. Lisa hizo los cálculos: Rosalyn tenía 32 y el hijo mayor 17, pero él tenía 62 años.

La conclusión era ineludible: había quedado embarazada a los 15 años de un hombre que le llevaba casi tres décadas. Semanas después, Henry se desmayó tras una noche de consumo excesivo y Rosalyn con sus hijos escaparon. Ian y Lisa los acogieron sin dudarlo.

En el juicio Rosalyn declaró que “fui repetidamente violada, golpeada y torturada. Sabía que si no salía de allí, me volvería loca o acabaría muriendo y dejando a mis hijos con ese hombre”.

El monstruo fue condenado a cadena perpetua. Rosalyn tiene actualmente 37 años y ha concedido varias entrevistas contando cómo sobrevivió a una vida tan desgarradora.

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