¡Se supo! la ciencia explica por qué no recordamos todo de nuestra infancia

Un experimento ha demostrado que, si bien los niños pequeños pueden memorizar eventos de su pasado, se les olvidan a medida que crecen.

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Por:

Candela González

¡Se supo! la ciencia explica por qué no recordamos todo de nuestra infancia
La mayoría de los adultos no tiene recuerdos antes de los dos o tres años de edad, un fenómeno conocido como "amnesia infantil". Foto: Canva.

La memoria infantil se desarrolla de manera gradual y compleja desde el tercer trimestre de gestación, y se compone de tres procesos fundamentales: codificación, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. Durante los primeros meses de vida, los bebés almacenan información de forma inconsciente, como olores y voces familiares, sin embargo, al llegar a la adultez muchas veces olvidamos esos años.

A los seis meses, comienzan a reconocer a las personas cercanas y a comprender la relación entre acciones y rutinas. Entre los ocho y doce meses, pueden identificarse en fotos y espejos, mientras que alrededor del año de edad empiezan a desarrollar la memoria semántica, que les permite recordar hechos sobre el mundo.

A los dos años, los niños ya son capaces de recordar nombres de personas, objetos y colores. Para favorecer el desarrollo de la memoria, es importante fomentar rutinas diarias, repasar la información con ellos, hablar sobre sus actividades para ayudarles a comprender el sentido del tiempo y crear experiencias positivas.

¿Por qué olvidamos nuestra infancia?

Un estudio de la Universidad de Yale ha cuestionado la creencia de que no recordamos nuestra infancia porque el hipocampo, la región del cerebro encargada de la memoria, aún no está desarrollado. Investigadores realizaron experimentos con bebés de entre cuatro meses y dos años, mostrando imágenes nuevas y luego evaluando si las reconocían.

Mediante resonancias magnéticas funcionales, observaron que los bebés que tenían mayor actividad en el hipocampo al ver una imagen nueva eran más propensos a reconocerla más tarde. Esto sugiere que los recuerdos pueden codificarse desde los primeros años de vida, aunque con el tiempo se pierden o se vuelven inaccesibles.

Los hallazgos indican que la parte posterior del hipocampo, responsable de la memoria episódica en adultos, ya está activa en bebés, especialmente en aquellos mayores de 12 meses. Este descubrimiento podría redefinir nuestra comprensión sobre la amnesia infantil y el desarrollo de la memoria.

¿Cómo fortalecer la memoria?

Para fortalecer la memoria, es fundamental mantenerse activo tanto física como mentalmente, además de adoptar hábitos saludables. La actividad física moderada y regular contribuye al bienestar del cerebro, al igual que realizar ejercicios como crucigramas, sudokus, rompecabezas y juegos de mesa como el ajedrez o las cartas.

También se recomienda leer diariamente, escribir listas, hacer pequeños cálculos y aprender nuevos idiomas para estimular la mente. Dormir bien, llevar una dieta equilibrada y controlar problemas de salud crónicos son hábitos esenciales para el buen funcionamiento de la memoria.

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