¿Caminas con las manos tomadas en la espalda? Esto dice la Psicología sobre ese gesto

Es muy común ver a personas caminando con esta particular postura. Pero, ¿qué es lo que quiere decir?

Por:

Cristian Ortega Mahan

Caminar con las manos en la espalda es un gesto común que muchas personas realizan de forma automática. Sin embargo, este simple acto puede revelar mucho sobre nuestro estado emocional y psicológico.

Según el psicólogo David Bedwell, entrevistado por el diaro chileno La Tercera, esta postura corporal es una manifestación de múltiples significados que van más allá de lo que aparenta.

Orígenes del comportamiento

Históricamente, este gesto ha sido asociado con figuras de autoridad, como monarcas, generales y profesores. En tales contextos, caminar con las manos en la espalda simboliza control, poder y reflexión. La postura permite una percepción de calma y dominio sobre la situación, lo que resulta en una imagen imponente y respetable.

Desde un punto de vista psicológico, caminar con las manos en la espalda puede indicar introspección y reflexión. David Bedwell sugiere que este gesto es común en personas que están absortas en sus pensamientos.

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Al caminar de esta manera, se disminuyen las distracciones externas, permitiendo una mayor concentración en el mundo interior. Esto podría ser útil en momentos de toma de decisiones importantes o cuando se enfrenta a problemas complejos que requieren de un análisis profundo.

Interpretaciones culturales

La percepción de este gesto varía según las culturas. En algunas sociedades occidentales, caminar con las manos en la espalda es visto como un símbolo de autoridad y conocimiento. Sin embargo, en otras culturas puede ser percibido como una señal de reserva o incluso de superioridad. Este contraste en las interpretaciones culturales subraya la importancia de contextuar los gestos dentro del marco social correspondiente.

El lenguaje corporal es una herramienta poderosa de comunicación no verbal. Caminar con las manos en la espalda puede transmitir una serie de mensajes, desde serenidad y confianza hasta introspección y autoridad.

Por ejemplo, en un ambiente laboral, un jefe que camina de esta manera puede ser percibido como alguien seguro de sus decisiones, mientras que en un contexto académico, un profesor puede demostrar control sobre su clase y el material que imparte.

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Beneficios psicológicos

Más allá de la interpretación externa, este gesto también puede tener beneficios intrínsecos. Bedwell señala que caminar con las manos en la espalda puede fomentar la calma y reducir el estrés. Al adoptar esta postura, se promueve una respiración más pausada y profunda, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y favorecer una mayor claridad mental.

Caminar con las manos en la espalda es un gesto cargado de significados tanto históricos como psicológicos. A través de este simple acto, se pueden inferir aspectos profundos del estado emocional y mental de una persona. La próxima vez que observe a alguien caminando con las manos en la espalda, considere que este gesto puede ser mucho más que una simple postura física; puede ser una ventana hacia la mente y el alma del individuo.