Según un reciente estudio, el sedentarismo aumentaría la probabilidad de sufrir depresión

De la mano de las nuevas tecnologías, las redes sociales y sus técnicas para tenernos “hechizados” durante horas, un reciente trabajo relaciona el sedentarismo con la depresión.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

Según un reciente estudio, el sedentarismo aumentaría la probabilidad de sufrir depresión
El sedentarismo podría potenciar la depresión en algunos casos. Fuente: Canva - La Península

Desde la pandemia, el estrés y la depresión se han convertido en una de las secuelas más preocupantes de la crisis sanitaria. Diversos estudios advierten sobre su impacto a largo plazo, especialmente en niños, jóvenes y adultos mayores, grupos particularmente vulnerables a sus efectos.

Para analizar esta evolución, el Centro de Estudios Longitudinales (CEEL UC) de la Universidad Católica de Chile y la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), crearon el estudio Termómetro de la Salud Mental, una iniciativa que desde el inicio de la pandemia monitorea el bienestar psicológico de la población.

En su último informe, el Termómetro presentó su décima ronda, basada en una muestra representativa. El informe no solo evalúa el estado de la salud mental, sino que también rastrea su evolución y profundiza en los factores que inciden en los cambios detectados.

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El sedentarismo podría potenciar la depresión en algunos casos. Fuente: Canva - La Península

Alarmantes relaciones

    Los resultados de esta última entrega, a cargo de sus investigadores David Bravo, economista y director del CEEL UC, Antonia Errázuriz, del Departamento de Psiquiatría, Escuela Medicina UC, Paulina Calfucoy (Achs) y Daniela Campos, psicóloga y jefa técnica de Riesgos Psicosociales de Achs, revelan una tendencia a la baja en la inactividad física en la población.

Sin embargo, de acuerdo a la medición, el vínculo entre la depresión, el consumo de alcohol de riesgo, así como el sedentarismo, ha sido un factor clave en el aumento de síntomas de depresión. “Los síntomas de depresión se manifiestan más frecuentemente entre quienes reportan consumo de alcohol de riesgo y sedentarismo”, explica Campos.

Según el estudio, el problema del sedentarismo es que el 47,7% de personas con síntomas de depresión (leves + moderados) además son sedentarias.

Sumado a esa realidad, 46% de quienes presentaron síntomas severos de depresión reportaron que se les había hecho muy o extremadamente difícil atender su casa o relacionarse con otros individuos debido a estos problemas.

Asimismo, el 54% de las personas con insomnio presentaron síntomas moderados o severos de depresión, lo que indica un impacto en la calidad de vida y en la funcionalidad cotidiana.

El sedentarismo baja tras la pandemia

Desde julio de 2020 hasta abril de 2024, los niveles de sedentarismo han fluctuado, pero con una disminución sostenida en los últimos años. En abril de 2021, más del 40% de la población se declaró sedentaria, cifra que descendió a 31,2% en diciembre de 2023 y a 26,2% en 2024.

El economista David Bravo señala que la pandemia y las cuarentenas tuvieron un impacto significativo en la reducción de la actividad física. “En abril de 2021 tuvimos la última cuarentena generalizada en el país, y el mejoramiento observado hasta la fecha refleja la normalización progresiva de la actividad”, explica.

Con la eliminación de estas restricciones, se ha visto un aumento en la movilidad y en la práctica de ejercicio, lo que ha contribuido a la baja en los niveles de sedentarismo.

Daniela Campos destaca que esta reducción también podría estar relacionada con una mayor conciencia sobre la importancia de la actividad física. “Durante la pandemia, muchas personas comenzaron a hacer ejercicio en casa, y algunos han mantenido ese hábito a pesar del retorno a la normalidad”, comenta. Sin embargo, advierte que la magnitud de la baja podría ser aún mayor si se refuerzan estrategias para fomentar el movimiento en la población.

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El sedentarismo podría potenciar la depresión en algunos casos. Fuente: Canva - La Península

Ambos expertos coinciden en que las iniciativas gubernamentales y privadas podrían haber influido en esta tendencia. Campos menciona que “programas comunitarios de acondicionamiento físico, mejoras en infraestructura deportiva y campañas educativas han impulsado un cambio hacia un estilo de vida más activo”.

Bravo, en tanto, agrega que “si bien estas medidas pueden haber tenido un impacto, es probable que la reducción del sedentarismo también se deba a cambios culturales más amplios en la percepción del ejercicio y la salud”.

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