Hace 25 años, holandeses compraron un pueblo español abandonado que ahora están restaurando

Una familia de holandeses se hicieron con un hermoso poblado que supo tener más de 150 habitantes. Ahora le está devolviendo su brillo de antaño.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

Hace 25 años, holandeses compraron un pueblo español abandonado que ahora están restaurando
Maaike Geurts (foto) y su marido Tibor Strausz compraron el pueblo en 1999 y ahora lo están restaurando. Fuente: Canva - La Península - Aythami Pérez Miguel

En la provincia de Burgos, un pequeño pueblo abandonado llamado Bárcena de Bureba está volviendo a la vida gracias a la visión y el esfuerzo de una pareja holandesa.

Maaike Geurts y Tibor Strausz adquirieron este pintoresco lugar por 339.000 euros en 1999, con la ambiciosa idea de transformarlo en una ecoaldea autosuficiente. Este proyecto no solo está destinado a rehabilitar el espacio físico, sino también a revitalizar la comunidad y promover un estilo de vida sostenible.

Un sueño hecho realidad

Bárcena de Bureba, como muchos otros pueblos de la llamada “España vaciada”, había quedado desierto tras décadas de despoblación. En su época de esplendor, el pueblo contaba con más de 150 habitantes, pero con el paso de los años fue perdiendo vida hasta quedar completamente abandonado.

    Geurts y Strausz vieron en este lugar una oportunidad única para cumplir un sueño: crear una comunidad sostenible que funcione en armonía con la naturaleza.

La adquisición de pueblos abandonados en España por parte de extranjeros no es algo nuevo, pero el caso de esta pareja destaca por su enfoque ambiental y su compromiso con la rehabilitación de infraestructuras históricas. Su proyecto incluye restaurar las viviendas para hacerlas habitables, implementar energías renovables y fomentar la autosuficiencia alimentaria mediante huertos y otras prácticas ecológicas.

Este caso recuerda a otros proyectos similares en España, como el de una familia holandesa que hace más de 25 años compró un pueblo en Huesca con el objetivo de restaurarlo y devolverle la vida. En esa ocasión, lograron transformar una villa abandonada en un espacio funcional y habitable, convirtiéndolo en una referencia para quienes buscan iniciativas similares.

Estos ejemplos reflejan una tendencia creciente de revitalización de pueblos abandonados por parte de ciudadanos extranjeros, quienes ven en ellos una posibilidad de desarrollar comunidades sostenibles y escapar del ritmo frenético de las grandes ciudades.

Un imán para aventureros

    El proyecto de Bárcena de Bureba ha despertado el interés de otras personas, tanto locales como extranjeras, que desean unirse a la iniciativa. Esto podría significar no solo la repoblación del lugar, sino también la creación de una red de apoyo comunitario que impulse la economía local y conserve el patrimonio cultural.

A pesar del entusiasmo que generan estas iniciativas, también enfrentan importantes desafíos. La restauración de edificios antiguos requiere inversiones significativas y la obtención de permisos puede ser un proceso complejo. Además, la integración con las comunidades locales es crucial para evitar conflictos y asegurar el éxito a largo plazo. Sin embargo, el potencial de estos proyectos para preservar el patrimonio histórico y fomentar el turismo rural es innegable.

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Los pueblos españoles tienen un encanto que seduce a los extranjeros. Fuente: catalunyaturisme

En última instancia, iniciativas como la de Geurts y Strausz no solo buscan rehabilitar espacios físicos, sino también crear modelos de vida más sostenibles y en armonía con el entorno natural. La transformación de Bárcena de Bureba podría convertirse en un ejemplo inspirador para otros proyectos similares en España y más allá, mostrando que la “España vaciada” todavía tiene mucho que ofrecer a quienes están dispuestos a devolverle su esplendor.

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