¿Puede mi perro detectarme depresión? La ciencia lo desvela

Los perros, con su extraordinaria sensibilidad, pueden captar alteraciones en el ánimo y comportamiento de sus dueños, incluso sin comprender del todo condiciones como la ansiedad o la depresión.

Los perros son famosos por su empatía y esa conexión especial que crean con sus dueños. Ahora bien, ¿es posible que sean capaces de darse cuenta cuando estamos atravesando un bache emocional, como la ansiedad o la depresión? Pues, aunque no lo entiendan tal cual, la cosa tiene su miga.

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Los expertos lo dejan claro: nuestros compis peludos no comprenden los trastornos como nosotros, pero sí notan los cambios en nuestro comportamiento y estado de ánimo. Es más, estas variaciones pueden llegar a influir en ellos, porque son como esponjas emocionales. Así que, si te notas algo de bajón, es probable que tu perro esté ahí, acompañándote como el buen colega que es.

Pero tu perro sí es capaz de saber que algo ha cambiado en ti

El estado de ánimo de las personas puede tener un impacto directo en el comportamiento de sus perros. Aunque los perros no son capaces de comprender exactamente qué causa nuestra tristeza o ansiedad, sí pueden detectar cambios en nuestro lenguaje corporal y en la química de nuestro organismo, tal y como ha afirmado la veterinaria Andrea Bernal.

Uno de los factores que los perros perciben es la liberación de cortisol, una hormona que aumenta en situaciones de estrés. Gracias a su extraordinario sentido del olfato y su capacidad para observar el comportamiento humano, los perros identifican estas señales y reaccionan ofreciendo compañía o apoyo, mostrando así su empatía innata hacia sus dueños.

Cómo nos beneficia tener un perro a la salud mental

Tener un perro mejora nuestra calidad de vida, y también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental. La compañía de un perro puede reducir los niveles de estrés, combatir la soledad y generar una rutina diaria que favorece el bienestar emocional.

Los beneficios de tener un perro para nosotros pasan por estos puntos:

• La interacción con un perro ayuda a relajar la mente y disminuir la ansiedad.
• Pasear al perro fomenta el ejercicio regular, lo que mejora el estado de ánimo.
• Cuidar de un perro implica horarios que estructuran el día, favoreciendo la estabilidad emocional.
• Los perros ofrecen apoyo incondicional, fortaleciendo la autoestima y el bienestar.
• Su compañía constante ayuda a combatir el aislamiento social.
• La interacción con un perro activa hormonas relacionadas con la felicidad y la relajación.
• Pasear con un perro facilita conocer a otras personas, creando nuevas conexiones sociales.
• Su capacidad para percibir las emociones humanas los convierte en grandes aliados en periodos difíciles.
• Los perros son usados en terapias asistidas, ayudando en casos de ansiedad, depresión o estrés postraumático.
• Cuidar de un perro refuerza el sentido de compromiso y propósito diario.