Caso Anabel Segura: ¿Cómo y cuándo murió el padre de Anabel?

El padre de Anabel Segura fue el rostro del dolor en España desde el fatídico secuestro de 1993 y el posterior descubrimiento de una terrible verdad.

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Por:

Adonis Martínez

José Segura Nájera
José Segura Nájera, el padre de Anabel Segura. Fuente: Producción en Canva PRO y La Península.

José Segura Nájera, destacado empresario en el sector de la ingeniería industrial, lideró Lurgi Española SA, posicionándola entre las principales empresas del sector en 1989 con una facturación de 2.800 millones de pesetas. Su éxito profesional lo convirtió en una figura reconocida, pero su vida personal quedó marcada por una tragedia que conmocionó a España: el secuestro y asesinato de su hija, Anabel Segura, en 1993.

Este caso, uno de los más impactantes de la crónica negra del país, dejó una profunda cicatriz en la familia y en el propio Segura Nájera, quien tuvo que enfrentarse al dolor y la exposición mediática. A pesar de sus logros empresariales, su vida quedó inevitablemente ligada a esta tragedia. Pero, ¿qué ocurrió con él tras este devastador suceso? ¿Cómo vivió sus últimos años y cómo fue su desenlace?

¿Cuándo murió José Segura Nájera?

Esquela de José Segura Nájera
ABC tuvo acceso a la esquela del padre de Anabel Segura. Fuente: ABC.

Don José Segura Nájera falleció el 26 de diciembre de 2019, según se recoge en una esquela publicada en su memoria y a la que tuvo acceso el medio ABC.

Con su partida, Segura Nájera pudo finalmente reunirse con su esposa Sigrid y su hija Anabel, a quien había perdido 26 años antes en uno de los casos más dolorosos de la crónica.

¿De qué falleció José Segura Nájera ?

La familia era de por sí reservada, y después de la pérdida de Anabel Segura esa discreción aumentó, desde Península, no hemos podido alcanzar a conocer los motivos detrás de su fallecimiento, es algo que la familia ha querido guardar en el anonimato.

La figura de este hombre siempre será recordada como el símbolo de la esperanza frente a los malos tiempos y la fortaleza frente a la calamidad, avanzando pese al dolor de su interior. El caso de Anabel Segura refuerza nuestra creencia en que estos actos dejan una marca de por vida, prueba de ellos es que 31 años después, seguimos hablando de uno de los casos más negros de nuestra historia actual.

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