¿La frase “los que van a morir te saludan” de Gladiator se decía realmente?

Conocido por su impacto en la ficción, este concepto ganó fama mundial gracias a la icónica película de Ridley Scott.

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Por:

Adonis Martínez

Frase Gladiator
¿Tiene esta frase peso y rigor histórico? Fuente: Producción en Canva PRO y La Península.

En las gradas del Coliseo, el público grita enfervorizado. La adrenalina recorre las butacas y el olor a sangre embriaga los bajos instintos como una mala borrachera de sábado noche. La majestuosa construcción que alberga los juegos retumba cuando los gladiadores irrumpen en la arena armas en mano, como vimos en Gladiator.

Las fieras rugen en sus jaulas, los caballos relinchan nerviosos y los guerreros se preparan para la batalla. Como en ‘Espartaco’ o ‘Gladiator’, la película de Ridley Scott protagonizada por Russell Crowe, el emperador se levanta para inaugurar el festín de sangre y vísceras: “[Ave César,] los que van a morir te saludan”, entonan los gladiadores. Esa frase, que ha pasado al imaginario colectivo como una realidad irrefutable, ¿lo es de verdad?

¿Qué hay de real detrás de esta frase?

La famosa frase en latín “Ave, Caesar: Morituri te salutant!” Suena como sacada de un poema épico, pero su verdadero contexto es mucho menos glamuroso. Aunque hoy la asociamos a los gladiadores del Coliseo, las fuentes históricas tienen algo muy diferente que contar. Según Suetonio, el autor de cotilleos históricos por excelencia, estas palabras no se pronunciaron en la arena, sino durante un espectáculo naval organizado por el emperador Claudio.

    El evento, que poco tenía que ver con los juegos de gladiadores, se celebró para conmemorar el drenaje del lago Fucino, una obra pública que tardó más de una década en completarse. Los combatientes en este curioso episodio no eran héroes musculosos, sino criminales condenados a morir, obligados a batallar en barcos. Es decir, menos Gladiator y más “la última función de la cárcel flotante”. Así que sí, poética la frase es, pero el contexto no es precisamente el que Hollywood nos ha vendido.

Los fallos históricos en Gladiator 2

Uno de los mitos más disparatados es la idea de tiburones nadando en un Coliseo inundado, algo que la experta Shadi Bartsch califica como “una absoluta patraña hollywoodiense”. Si bien los romanos recreaban batallas navales en el Coliseo, no hay pruebas de que usaran tiburones, un animal completamente fuera de contexto en ese escenario. Tampoco cuadra la representación de rinocerontes de dos cuernos, cuando los registros históricos solo mencionan rinocerontes de un cuerno en los espectáculos.

Sin embargo, el anacronismo que se lleva el premio es la escena en la que los nobles romanos toman café mientras leen el periódico. Bartsch subraya que “los romanos no tomaban café” porque esta bebida no llegaría a Europa hasta siglos después, y las noticias en Roma se difundían mediante tablones públicos, no mediante gacetas matutinas. Para él, estos errores empañan la autenticidad de la película, acercándola más a una fantasía épica que a un retrato histórico fiel.

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