¿Qué es el “Burnout”, el fenómeno que explica la falta de energía a fin de año?

Estrés, agotamiento y desgano son los rasgos más determinantes de este síndrome tan propio de este tiempo, de mucho trabajo, hiperconexión y presiones de diferente tipo.

Por:

Cristian Ortega Mahan

El cansancio y el agotamiento en el trabajo se llama síndrome de burnout. Fuente: Canva - Pexels - La Península

Con el final del año en el horizonte, es común que los trabajadores experimenten un aumento en el desgaste físico y emocional. El fenómeno del “burnout” afecta a un gran número de empleados, impactando de manera significativa su productividad y bienestar mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este agotamiento extremo se manifiesta como un trastorno caracterizado por la despersonalización, fatiga constante y baja motivación.

El burnout no aparece de un día para otro; se desarrolla progresivamente, comenzando con una falta de energía y evolucionando hacia la pérdida de interés en las tareas diarias, irritabilidad y desconexión emocional. Si este desgaste se intensifica, el rendimiento laboral se resiente, afectando tanto el desempeño individual como el colectivo.

La falta de una intervención adecuada puede derivar en problemas de ansiedad y depresión, complicando aún más la situación. En este contexto, el coaching ha ganado popularidad como una herramienta eficaz para gestionar el estrés y recuperar el bienestar integral.

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El cansancio y el agotamiento en el trabajo se llama síndrome de burnout. Fuente: Canva - Pexels - La Península

Consejos para prevenir el burnout

Uno de los elementos clave para preservar la salud mental es establecer límites claros. Esto incluye saber decir “no” cuando es necesario y definir horarios que permitan desconectar del trabajo. La imposibilidad de separarse del entorno laboral contribuye de manera significativa al desarrollo del burnout. Establecer límites saludables no solo reduce la sobrecarga, sino que también facilita un equilibrio entre la vida profesional y personal, favoreciendo una rutina más saludable.

El uso constante de dispositivos y la conexión permanente agravan el cansancio mental. Reducir la dependencia tecnológica y evitar la disponibilidad fuera del horario laboral puede ser un alivio. Realizar actividades recreativas sin pantallas, como leer o pasar tiempo al aire libre, permite al cerebro recargar energías y reducir el agotamiento. La desconexión digital se convierte así en una herramienta poderosa para combatir el estrés.

Organizar la jornada laboral con descansos frecuentes también ayuda a mitigar el burnout. Dividir el trabajo en intervalos y hacer pequeñas pausas incrementa el rendimiento y evita el agotamiento extremo. Las pausas breves reducen la tensión acumulada y elevan la productividad, facilitando una gestión del tiempo más equilibrada.

Estrés, agotamiento y desgano son los rasgos más determinantes de este síndrome. Fuente: Canva

El rol de las actividades placenteras y la red de apoyo

Además de cumplir con las responsabilidades laborales, es fundamental cuidar la salud emocional. Realizar actividades que resulten placenteras, como pasar tiempo con seres queridos, caminar o meditar, contribuye a un estado mental más positivo y previene el agotamiento crónico. Encontrar tiempo para disfrutar de lo que gusta mejora el estado de ánimo y evita que el desgaste se convierta en un problema grave.

Pedir ayuda y contar con una red de apoyo, tanto en el trabajo como en el ámbito personal, fortalece la resiliencia emocional. Un entorno de contención permite enfrentar las dificultades de manera más efectiva, previniendo el desgaste y ayudando a mantener un bienestar integral.

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