La Psicología explica los hábitos que lleva una persona que está siendo infiel

Estos 12 tips ayudan a descubrir a una persona que están siendo infiel. Son varios y sencillos de detectar.

La infidelidad es una situación dolorosa que puede generar una profunda desconfianza y afectar la estabilidad emocional de una relación. Según la Psicología, existen ciertos hábitos y rasgos que pueden evidenciar la conducta de una persona infiel, permitiendo a la otra parte de la pareja identificar posibles signos de engaño.

El portal Psicología y Mente ha recopilado varias pistas que ayudan a reconocer a una persona infiel. Estas características y comportamientos suelen atentar contra la confianza en una relación sincera.

Rasgos psicológicos de una persona infiel

Un estudio de la Universidad de Florida, Estados Unidos, señala algunos rasgos comunes en las personas que suelen ser infieles. Entre ellos destacan:

• Apego ansioso: Las personas con este tipo de apego tienden a ser muy sensibles al rechazo y buscan constantemente la aprobación de otros, lo que las lleva a tener comportamientos infieles. Suelen ser muy celosas, con una autoestima baja y complejos de inferioridad.
• Apego evitativo: Los infieles con apego evitativo suelen ser distantes y fríos emocionalmente. No valoran ni respetan las expresiones emocionales de su pareja y se muestran indiferentes ante los problemas de la relación.
• Apego desorganizado: Este tipo de apego se caracteriza por la imprevisibilidad y la falta de comprensión en la pareja. Quienes lo padecen no ven a la relación como un espacio seguro y actúan de manera desorganizada e incomprensiva.

Comportamientos que delatan una infidelidad

Más allá de los rasgos psicológicos, existen ciertos comportamientos en el día a día que pueden ser indicativos de una infidelidad. Algunos de los más comunes son:

• Uso del teléfono a escondidas.
• Cambios repentinos en los gustos o intereses.
• Alteraciones en su apariencia o estilo personal.
• Ocultar cuestiones económicas.
• Bañarse en horarios inusuales.
• Modificaciones en sus horarios habituales.
• Compra de ropa nueva sin motivo aparente.
• Cambios drásticos de humor.
• Necesidad de más tiempo en solitario.
• Cambios en las contraseñas.
• Alteraciones en la vida sexual.
• Un aumento repentino en los detalles hacia la pareja.

Si bien la terapia de pareja puede ser una vía para enfrentar una infidelidad, en muchos casos, la relación termina, ya que la confianza rota es difícil de restaurar.