Isabel Pantoja en estado critico: ¿Qué enfermedad tiene y cuál es el tratamiento?

La cantante española generó preocupación cuando canceló sus shows.

Por:

Luciana Godoy

La salud de la cantante, Isabel Pantoja, ha causado preocupación en los fans de la española, sobre todo cuando ha cancelado sus tres conciertos. En un principio, se especulaba que había sido hospitalizada, pero esto fue desmentido por el entorno de la artista. Sin embargo, muchos se preguntaron cuál es la enfermedad que padece y si deberá estar lejos de los escenarios mucho tiempo.

Pantoja de 68 años, es una cantante española de renombre internacional, destacada en géneros como la copla andaluza, el flamenco y la canción melódica. Reconocida como una de las figuras más influyentes de la música española, ha lanzado treinta álbumes y ha vendido más de treinta millones de discos. Su detención y el pasado de su ex pareja son algunas de las cosas que empañaron la estrella de la artista.

Qué enfermedad tiene la cantante

Isabel Pantoja padece nefropatía diabética, una enfermedad renal que es consecuencia de la diabetes que sufre. En 2015, su estado de salud requirió que fuera ingresada en el hospital, lo que obligó a solicitar dos permisos extraordinarios que le permitieran salir de prisión, ya que en ese momento se encontraba recluida. Esta situación evidenció los retos que enfrenta debido a su condición médica, así como las complicaciones que surgen de su complicada trayectoria personal y profesional.

La nefropatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta los riñones. Se produce cuando los niveles elevados de glucosa en sangre dañan los pequeños vasos sanguíneos (capilares) de los riñones, lo que interfiere con su capacidad para filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo.

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A medida que la enfermedad progresa, puede dar lugar a una serie de problemas, incluyendo, proteinuria, que es una presencia de proteínas en la orina, lo que indica que los riñones están dañados, insuficiencia renal, en donde los riñones pueden perder su capacidad para funcionar correctamente, lo que puede requerir tratamientos como diálisis o un trasplante de riñón y aumento de la presión arterial: La nefropatía diabética puede contribuir a la hipertensión, que a su vez puede agravar el daño renal.

La prevención y el control de la diabetes son fundamentales para reducir el riesgo de desarrollar nefropatía diabética, y el tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos y monitoreo regular de la función renal

El tratamiento de la nefropatía diabética se centra en controlar la diabetes y prevenir la progresión de la enfermedad renal.

Aquí hay algunos enfoques clave:

1. Control de la glucosa en sangre: Mantener niveles adecuados de glucosa es fundamental. Esto puede implicar el uso de insulina o medicamentos orales, junto con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
2. Control de la presión arterial: Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o los bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARA) son comúnmente utilizados para ayudar a proteger la función renal y controlar la presión arterial.
3. Dieta: Seguir una dieta baja en sodio y proteínas puede ayudar a reducir la carga sobre los riñones. Un nutricionista especializado puede ayudar a planificar una alimentación adecuada.

1. Monitoreo regular: Se recomienda realizar pruebas periódicas de función renal y análisis de orina para detectar cualquier cambio en la salud renal.
2. Estilo de vida saludable: Dejar de fumar, mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente son factores que pueden contribuir a la salud general y renal.
3. Medicamentos adicionales: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para reducir el colesterol y proteger el corazón, dado que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
4. Diálisis o trasplante: En etapas avanzadas de la nefropatía diabética, cuando los riñones dejan de funcionar, puede ser necesario considerar la diálisis o un trasplante de riñón.

Es crucial que los pacientes trabajen en estrecha colaboración con su equipo de atención médica para gestionar su condición y ajustar el tratamiento según sea necesario