¿Cuál es el lugar ideal para conservar las cebollas sin que se pongan malas?

Conservar cebollas en óptimas condiciones es clave para la cocina. Explora las mejores prácticas para mantener su frescura y sabor, evitando que se deterioren con el tiempo

A la hora de seguir una receta, una verdura infaltable es la cebolla, especialmente cuando preparamos un guiso o una deliciosa salsa. Por eso, es fundamental tener siempre una buena cantidad en casa para que no nos falte. Sin embargo, hay varios riesgos de que las cebollas se pudran o se marchiten. En este artículo, te enseñamos cuál es el lugar ideal para conservarlas y así evitar que se pongan en mal estado. Además, te contamos por qué te hacen llorar al cortarlas.

En ocasiones, muchos optan por guardarla en el frutero al alcance de la mano o en la heladera. Sin embargo, ninguna de estas opciones es recomendable, ya que podría perder su sabor y propiedades debido al brusco cambio de temperatura. Otro dato, a tener en cuenta, es por qué sentimos olor a cebolla de la nada.

Estos son los tips que debes seguir para guardar las cebollas

El lugar ideal para guardar una cebolla es en un lugar fresco, seco y bien ventilado. Aquí te dejo algunos consejos:

1. Temperatura: Mantén las cebollas a temperatura ambiente, entre 10 y 15 grados Celsius. Evita el calor y la luz directa del sol.
2. Humedad: Asegúrate de que el lugar sea seco, ya que la humedad puede provocar que se pudran.
3. Ventilación: Guarda las cebollas en una malla, cesto o bolsa de papel para permitir la circulación del aire. No las guardes en bolsas de plástico, ya que retienen la humedad.
4. Separadas: Si tienes varias cebollas, es mejor mantenerlas separadas para evitar que una pudriéndose afecte a las demás.

Asimismo, una vez que esté cortada, se puede guardar en la heladera únicamente dentro de un recipiente hermético, preferiblemente de vidrio y alejada de otros productos alimenticios.

¿Cuáles son las cebollas correctas para cada receta?

Es común que al seguir una receta no respetemos la variedad de las cebollas. Sin embargo, hay que saber que el sabor de esta verdura es diferente, por lo tanto, si elegís la indicada, tu comida será totalmente diferente.

Estas son sus variedades

La cebolla blanca: tiene un sabor más suave y dulce y es ideal para consumir cruda en ensaladas, salsas y guacamole. También se utiliza en preparaciones que requieren una cocción rápida, como salteados y salsas ligeras. Son de mayor tamaño que otras variedades y su piel es más fina. Su textura crujiente la hace perfecta para freír (aros de cebolla) o incluir en salteados (wok).

La cebolla colorada: tiene un sabor más fuerte y picante. Es excelente para agregar color y sabor a ensaladas, ceviches y platos fríos. Proviene de Italia y es una de las variedades más valoradas por los expertos en gastronomía y al cocinarla, su sabor se suaviza con el caramelizado, pero se recomienda utilizarla cruda para aprovechar al máximo sus cualidades.

La cebolla amarilla; es la más común y versátil. Tiene un equilibrio perfecto entre dulce y picante, lo que la hace ideal para una amplia gama de preparaciones. Se carameliza bien, lo que la convierte en una opción popular para sopas, guisos y platos al horno. No es la mejor opción para comer cruda, debido a su toque picante.