¿Puede la reapertura del caso darle la libertad a los Hermanos Menéndez?

Una nueva prueba y un testimonio podrían cambiar el caso de los Hermanos Menéndez para siempre.

La Fiscalía de Los Ángeles, EEUU, ha decidido revisar el caso de los hermanos Menéndez, condenados en 1996 a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, en un juicio que capturó la atención mediática por la brutalidad del crimen y las complejas dinámicas familiares que se expusieron.

El caso será reevaluado en una audiencia programada para el 29 de noviembre, debido a la reciente aparición de nuevas pruebas que podrían influir en el veredicto. Estas evidencias, aún por presentarse, podrían potencialmente cambiar el destino de los Menéndez, quienes llevan más de dos décadas en prisión y que han vuelto al panorama por el true crime de Netflix.

El proceso de revisión de casos como el de los Menéndez suele implicar la consideración de pruebas que no fueron examinadas durante el juicio original o nuevas evidencias que hayan salido a la luz. En este caso, la posibilidad de que se modifique su sentencia o incluso se les conceda la libertad genera gran expectación.

Las pruebas que podrían dejar en libertad a los hermanos Menéndez

El primer juicio de los hermanos Menéndez fue anulado por falta de acuerdo en el jurado, ya que las mujeres empatizaron con su historia de abusos, pero los hombres no. En el segundo juicio, se omitieron las pruebas de abuso sexual, y fueron condenados a cadena perpetua sin condicional.

En los años 90 no había suficiente comprensión sobre los efectos del abuso masculino, pero ahora nuevas pruebas, como una carta de Erik y el testimonio de Roy Roselló, podrían reabrir el caso. Su abogado espera que la condena se anule, mientras que el fiscal Gascón ve la revisión del caso como una obligación moral.

La defensa propia: ¿Puedes quedar libre por matar a alguien así?

En Estados Unidos, matar en defensa propia puede ser legal bajo ciertas circunstancias, pero depende de varios factores, incluyendo la inmediatez de la amenaza y si se empleó una fuerza razonable para protegerse. La defensa propia se justifica cuando una persona cree razonablemente que su vida o la de otros está en peligro inminente de muerte o daño grave, y que no había otra opción razonable para evitar la amenaza.

Para que la defensa propia sea válida en casos como este, tendría que demostrarse que el peligro era inmediato, lo cual no quedó claro en su caso, ya que los asesinatos fueron premeditados según la acusación, pero las nuevas pruebas presentadas, con el caso reabierto, podrían cambiar todo por completo y dejar a los hermanos en libertad más de 30 años después.