Quién fue el destripador de Gainesville, el asesino que murió cantando en su ejecución

Danny Rolling desató el terror en la Universidad de Florida con una serie de brutales asesinatos en 1990, inspirando uno de los thrillers más conocidos.

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Por:

Adonis Martínez

Destripador de Gainesville
La historia de Danny Rolling, asesino en serie de Estados Unidos. Fuente: La Península.

En el verano de 1990, la tranquila ciudad universitaria de Gainesville, Florida, fue el escenario de una serie de asesinatos brutales que sembraron el miedo y la paranoia entre sus habitantes. Un asesino despiadado acechaba a jóvenes estudiantes, irrumpía en sus hogares y los asesinaba de manera cruel y calculada.

Las escenas del crimen eran tan perturbadoras que parecían diseñadas para impactar no solo a las víctimas, sino también a las autoridades encargadas de investigar. Conocido como el Destripador de Gainesville por la prensa, su objetivo era claro: propagar el terror y el caos.

Este caso recuerda a otros infames asesinos en serie como Ed Gein, cuyas macabras acciones también influyeron profundamente en la cultura popular de todas las formas posibles de imaginar.

¿Quién fue Danny Rolling y por qué le llamaban el Destripador de Gainesville?

Danny Rolling, el autor de los terribles crímenes en Gainesville, no era un asesino cualquiera; se trataba de un depredador que encontraba satisfacción en el miedo y el dolor de sus víctimas. Sus brutales asesinatos dejaron una huella imborrable en la comunidad de Gainesville, convirtiendo lo que antes era un tranquilo ambiente universitario en un escenario de horror.

Aunque la figura de Rolling ha quedado en segundo plano en la cultura popular, su legado sigue vivo como uno de los casos más impactantes de asesinatos en serie, dejando marcada para siempre a la ciudad y su universidad.

Danny Rolling, un joven con un pasado de abuso y violencia familiar, llegó a Gainesville en agosto de 1990 y despertó el terror con una serie de asesinatos trágicos. El 24 de agosto, atacó a dos estudiantes universitarias, Sonja Larson y Christina Powell, a quienes violó, apuñaló y posó de manera macabra. Al día siguiente, su violencia continuó con Christa Hoyt, a quien también violó, decapitó y colocó su cabeza en una escena espeluznante.

El miedo se apoderó de la ciudad, especialmente entre las estudiantes, mientras los medios lo apodaban el “Destripador de Gainesville”. Dos días después, Rolling volvió a matar a Tracy Paules y Manuel Taboada, repitiendo su modus operandi.

    La policía, presionada por la creciente tensión, arrestó a Edward Lewis Humphrey, pero resultó ser una pista falsa, mientras Rolling seguía en libertad, dejando a Gainesville sumida en el pánico.

¿Cómo descubrieron y capturaron a Danny Rolling?

La captura de Danny Rolling ocurrió de manera inesperada, por pura suerte. El 7 de septiembre de 1990, fue arrestado por un simple robo, pero mientras estaba detenido, las autoridades descubrieron algo mucho más siniestro: una prueba de ADN lo conectó directamente con los asesinatos que habían aterrorizado a Gainesville, revelando que él era el auténtico Destripador de Gainesville.

Conforme avanzó la investigación, se desvelaron detalles sobre la vida tormentosa de Rolling. Creció en un entorno familiar abusivo y sufrió graves problemas de salud mental. Para lidiar con el trauma, desarrolló múltiples personalidades, lo que reflejaba su profunda inestabilidad emocional.

Fue ejecutado mientras cantaba

El juicio de Danny Rolling en 1994 terminó con su condena a muerte. Aunque intentó justificar sus crímenes culpando a una personalidad llamada “Géminis”, el jurado no mostró compasión.

En su ejecución, el 25 de octubre de 2005, Rolling dejó una última impresión perturbadora: antes de morir, miró a la madre de una de sus víctimas y comenzó a cantar un himno religioso, dejando una inquietante sensación entre los presentes.

Danny Rolling, el asesino que inspiró la saga Scream

La escalofriante historia de Danny Rolling, el Destripador de Gainesville, inspiró al guionista Kevin Williamson a crear Scream. En 1990, tras seguir la cobertura de los asesinatos, Williamson se sintió tan perturbado que canalizó ese miedo en el guion de la película.

Scream sigue a Sidney Prescott, quien es acosada por Ghostface, un asesino enmascarado que juega con sus víctimas antes de matarlas. La película combina misterio y terror, manteniendo a la audiencia en vilo hasta el final. Aunque Scream se convirtió en un clásico, su origen se basa en los crímenes reales que sacudieron una ciudad universitaria.

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