¿Cuál es el lugar ideal para conservar las frutillas y evitar su descomposición?

Te recomendamos cómo mantener frescas tus frutillas y que no se vuelva un desafío.

Las frutillas pueden ser consideradas una de las frutas más deliciosas. Su sabor dulce y jugoso las convierte en un verdadero placer para el paladar. Pero no solo es su gusto lo que las hace especiales; también desprenden un rico aroma que llena el ambiente de frescura y su belleza, con ese vibrante color rojo y su forma atractiva que hace lucir la heladera de una manera encantadora. Sin embargo, dura muy poca conservación. Es por eso que te contamos un truco para congelarlas, así como te enseñamos con las manzanas.

Sin duda, las frutillas son una joya tanto en la cocina como en la presentación de cualquier plato. En ese sentido, muchos eligen comprarlas y guardarlas en el frutero o en la nevera para que estén al alcance de la mano, pero pocos saben que en realidad deberían estar en el congelador, al igual que las bananas para que conserven su sabor.

Cómo Conservar las Frutillas en el Freezer: Paso a Paso

1. Separar las frutillas: El primer paso es separar aquellas frutillas que estén muy blandas, con golpes o moho, ya que pueden contagiar a las demás.
2. Lavar y desinfectar: Una vez que estén seleccionadas, se deberán lavar y desinfectar bien para eliminar cualquier impureza.
3. Secar las frutillas: Luego, hay que secarlas con servilletas de papel o rollos de cocina para asegurarse de que no queden restos de humedad.
4. Colocar en bolsas: Finalmente, hay que colocarlas dentro de bolsas aptas para el freezer. De esta manera, se conservarán por seis meses sin perder propiedades, vitaminas ni sabor.

Tips para después de descongelarlas

Una vez que descongelaste las frutillas, tienes que seguir esta serie de pasos

• No volver a congelar: Una vez descongeladas, evita volver a congelar las frutillas, ya que esto puede afectar su textura y sabor.
• Uso inmediato: Utiliza las frutillas descongeladas en un plazo de 24 horas para garantizar su frescura y calidad.
• Incorporación en recetas: Estas frutillas son perfectas para smoothies, batidos, salsas, o como adición a yogures y cereales.

• Cocción: Si prefieres, puedes cocinarlas para hacer mermeladas, compotas o postres. El calor realzará su dulzura.
• Almacenamiento en el refrigerador: Si no las consumes inmediatamente, guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador y úsalas en un par de días.