Escondió un emparedado y puso en riesgo toda una misión de la NASA

La historia, insólita y poco conocida, ocurrió en 1965. La pregunta que surge hoy es: ¿Estaban bien alimentados los astronautas estadounidenses?

Por:

Cristian Ortega Mahan

La misión Gemini III fue la primera del programa Gemini de la NASA, cuyo objetivo era preparar a los astronautas para misiones más largas, como las que más tarde llevarían al hombre a la Luna. Los protagonistas de esta histórica misión fueron los astronautas John Young y Gus Grissom, quienes asumieron el reto con entusiasmo. Sin embargo, un peculiar incidente ocurrió pocas horas después del lanzamiento, que involucró nada más y nada menos que un sándwich de carne curada.

El hambriento John Young

John Young, en un acto totalmente inesperado, sacó de su bolsillo un sándwich que había comprado dos días antes en una tienda de Cocoa Beach, Florida, y se lo ofreció a su compañero Grissom. Este gesto, aunque inofensivo en apariencia, puso en riesgo la misión. La principal preocupación residía en que el pan del sándwich generaba migas, las cuales en el entorno de microgravedad de la nave flotaban libremente. Estas pequeñas partículas podían meterse en los ojos de los astronautas, ser inhaladas o, lo que es más grave, infiltrarse en los equipos eléctricos de la nave, con el potencial de causar un incendio.

Después de darle un solo mordisco, Grissom notó que el sándwich comenzaba a desmoronarse. Consciente del riesgo, decidió guardarlo de inmediato, pero el daño ya estaba hecho: las migas comenzaron a flotar por la cabina. Como resultado, la NASA prohibió el uso de pan en futuras misiones espaciales, reemplazándolo por tortillas de maíz, que no presentan el mismo problema de desintegración.

Un escándalo en la Tierra

Aunque la misión fue un éxito desde el punto de vista científico y técnico, el incidente del sándwich generó una importante polémica en la Tierra. Varios congresistas estadounidenses se mostraron enfadados por el hecho de que Young hubiera introducido un alimento no autorizado y que Grissom lo comiera fuera de la dieta oficial de la misión. Esto fue percibido como una violación de las estrictas normas alimentarias establecidas para los experimentos médicos a bordo, y hubo quienes acusaron a ambos astronautas de comprometer la misión.

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John Young, por su parte, restó importancia al incidente, señalando que el problema fue exagerado y que el éxito general de la misión debería haber sido el foco de atención. Sin embargo, la historia del sándwich contrabandeado se convirtió en un episodio célebre, tanto que en el Grissom Memorial Museum en Indiana se exhibe un sándwich de carne curada conservado en acrílico, como un curioso tributo a este momento de la exploración espacial.

Lecciones del espacio

El incidente del sándwich subraya cómo los pequeños detalles pueden tener grandes consecuencias en el espacio. Aunque las misiones actuales cuentan con tecnologías avanzadas y estrictos protocolos de seguridad, este episodio sigue siendo un recordatorio de los desafíos únicos a los que se enfrentan los astronautas en sus viajes.

Este tipo de anécdotas, como la del sándwich en Gemini III, forman parte de la rica historia de la exploración espacial y muestran cómo incluso los gestos más simples pueden dejar una huella duradera.