Michaela Mabinty DePrince, figura del ballet actual, ha fallecido a los 29 años

Era una de las figuras más destacadas e inspiradoras del ballet actual. La noticia ha sido anunciada a través de un comunicado en su cuenta de Instagram. No se difundieron las causas.

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José Banco

Michaela Mabinty DePrince, figura del ballet actual, ha fallecido a los 29 años
Michaela DePrince, bailarina del Boston Ballet, murió a los 29 años. Fuente: La Península

Michaela Mabinty DePrince, figura del ballet actual, ha fallecido a los 29 años, según informó su familia en un comunicado en redes sociales. La causa de su muerte no se ha difundido.

“Su vida estuvo marcada por la gracia, el propósito y la fortaleza”, menciona el texto, en donde le desean que descanse “en poder”. La familia de Michaela, devastada por su repentino fallecimiento, ha expresado su dolor a través de su hermana Mia DePrince: “Estoy realmente en estado de shock y profunda tristeza. Mi hermosa hermana ya no está aquí”.

Mia ha recordado cómo, desde sus primeros días en África, Michaela y ella creaban sus propias obras de teatro y ballets, compartiendo sueños que parecían inalcanzables en aquel entonces. “Nuestros padres adoptivos nos ayudaron a alimentar esos sueños, y así surgió la hermosa y fuerte bailarina que muchos de vosotros conocíais hoy”, ha relatado.

Una existencia resiliente forjada en el contexto bélico

Nacida en Sierra Leona como Mabinty Bangura, DePrince, pasó por un orfanato después de perder a sus padres durante la guerra civil del país. En ese lugar sufrió maltratos y discriminación por tener vitiligo, una condición de la piel que la hacía diferente. “Nos clasificaban con números, y el número 27 era el menos querido. Ese era yo, así que recibía menos comida, menos ropa y de todo”, recordó en una entrevista.

A los cuatro años fue adoptada por una familia estadounidense, donde comenzó su camino hacia el ballet, un sueño que había nacido al ver la imagen de una bailarina en una revista. Aunque su camino no fue fácil.

A pesar de su evidente talento, le dijeron que Estados Unidos “no estaba preparado para una bailarina negra” cuando tenía solo ocho años. Sin embargo, su perseverancia la llevó a ingresar en la Rock School for Dance Education y, posteriormente, a destacar en compañías de renombre.

A los 17 años apareció en el documental First Position, lo que le abrió las puertas para unirse al Ballet Nacional Holandés y más tarde al Boston Ballet. En 2016, DePrince apareció en Lemonade, el proyecto visual de Beyoncé. En este trabajo, Michaela se presenta como una figura que representa la fuerza y la belleza, danzando con un antiguo tutú y tocado que resaltan su elegancia y talento.

El empujón que necesitaba gracias a Beyoncé

La aparición de DePrince en Lemonade, el proyecto visual de la estrella mundial Beyoncé (43), permitió que personas que quizá no estaban familiarizadas con el mundo del ballet la conocieran y reconocieran su talento. Esto contribuyó a que su mensaje sobre la inclusión y la diversidad en el ballet llegara a una audiencia más amplia. “Lo que intento es llenar el campo de más amapolas entre los narcisos”, solía decir.

Además de su trabajo como bailarina, Michaela DePrince soñaba con abrir una escuela de danza en Sierra Leona para brindar a otros niños la oportunidad de encontrar en el arte un camino, tal como lo había encontrado ella: “Puede cambiarte como persona. Bailar me ayudó a compartir mis emociones, a sentirme especial y no la niña del demonio”.

La familia ha pedido que, en lugar de flores, se hagan donaciones a War Child, una organización que trata de proteger a los niños de la guerra y que Michaela apoyaba con pasión. “Este trabajo significaba el mundo para ella, y vuestras donaciones ayudarán directamente a otros niños que crecieron en un entorno de conflicto armado”, han dicho.

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