La clave para incorporar el comino en nuestra dieta

La semilla de comino, aunque hoy en día es menos conocida de lo que merece, fue incorporada por civilizaciones antiguas como un poderoso remedio natural.

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Por:

José Banco

La clave para incorporar el comino en nuestra dieta
El comino, un aliado ancestral para nuestra dieta. Fuente: Pexels - Producción La Península

La importancia del comino en su dieta era tal que incluso el faraón Tutankamón fue enterrado con estas semillas, con la creencia de que aliviarían sus dolores de cabeza en la otra vida. Cleopatra también aprovechaba sus propiedades, usándolas como parte de su rutina de belleza. Este pequeño tesoro de la naturaleza, que fue tan venerado en el antiguo Egipto, cayó en el olvido a pesar de sus innumerables beneficios para la salud.

El comino negro, conocido por su nombre científico Cuminum cyminum, es especialmente útil para mejorar la digestión y aliviar molestias gastrointestinales, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Una de sus principales propiedades es su capacidad para reducir los gases y la hinchazón, actuando como un carminativo que favorece la expulsión de gases intestinales. Además, es eficaz para tratar cólicos y otros malestares digestivos, lo que lo convierte en un recurso invaluable para quienes buscan un alivio natural.

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Comino negro en granos. Fuente: Pexels

Cómo influye en la digestión y otras dolencias

Además de mejorar la digestión, el comino negro tiene propiedades antiinflamatorias gracias a la timoquinona, un compuesto activo que reduce la inflamación y alivia enfermedades como la artritis reumatoide. Sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes lo hacen ideal para combatir el daño celular causado por los radicales libres, lo que ayuda a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y problemas cardiovasculares.

    El comino negro también demostró ser beneficioso para el control del azúcar en la sangre, mejorando la sensibilidad a la insulina y siendo útil para personas con diabetes tipo 2. Además, las propiedades antimicrobianas y antifúngicas de esta semilla la convierten en una aliada en la lucha contra infecciones bacterianas y fúngicas.

Una medicina ancestral usada en la actualidad

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El comino molido se utiliza para condimentar varias comidas y destaca su sabor distintivo. Fuente: Pexels

A pesar de haber perdido parte de su popularidad en la medicina moderna, el comino negro sigue siendo una opción natural para tratar diversas dolencias, desde dolores de cabeza hasta problemas respiratorios como el asma. Los aceites y extractos de esta semilla fueron utilizados para aliviar dolores musculares y articulares, y sus beneficios se extienden a la salud cardiovascular, ayudando a reducir el colesterol malo y mejorar el bienestar general.

¿Cómo incorporar el comino negro en nuestra dieta?

El comino negro puede ser consumido de diferentes formas. Sus semillas, ya sea enteras o molidas, pueden añadirse a diversos platos para mejorar su sabor y aprovechar sus propiedades curativas. Se pueden tostar ligeramente antes de incorporarlas en guisos, sopas o panes. Además, es posible consumirlas en té, lo que permite una forma más sencilla de obtener todos sus beneficios.

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