7 usos desconocidos pero útiles de la arena para gatos

La arena para gatos es uno de los accesorios vitales que debemos tener en casa si convivimos con felinos.

Por:

José Banco

Gracias a la arena para gatos nuestros felinos tienen un lugar donde se encuentran cómodos para hacer sus necesidades. No obstante, gracias a sus cualidades la arena para gatos, tiene muchas más utilidades que no todo el mundo conoce: entre otros, puede servirnos para mantener la nevera fresca o evitar que huela mal la bolsa de basura. Te traemos siete usos más desconocidos de estas pequeñas piedras.

Eliminar los malos olores de la basura

Los olores del cesto de basura suelen inundar nuestros espacios especialmente con altas temperaturas, pero existen muchos trucos caseros para combatirlos (como el vinagre o los limones), pero lo que no todo el mundo sabe es que la arena para gatos es una alternativa ideal para acabar con el mal olor. Debido a su capacidad para absorber olores desagradables, la arena también se puede utilizar como desodorante natural para nuestro contenedor, basta con crear una capa de 2-3 cm en la parte inferior y listo.

Combatir las humedades

La arena para gatos tiene una alta capacidad de absorción, pudiendo capturar el exceso de humedad en el aire y prevenir así la formación de moho. Por este motivo, se puede convertir en una gran aliada contra las humedades. Para ello, tan solo necesitamos crear un deshumidificador natural con ella utilizando una bolsa transpirable, rellenarla de arena para gatos y, una vez cerrada, colocarla en las esquinas de los armarios, estantes o cualquier otro lugar donde haya humedad.

Mantener fresca la nevera

Debido a que se trata de un producto de higiene felina que siempre relacionamos con la orina de nuestros gatos, a pocas personas se les ocurriría meter este tipo de producto en la nevera. Sin embargo, la arena para gatos es un producto magnífico para mantener un frigorífico limpio y fresco. Es un remedio natural y económico para combatir estos olores persistentes. Para ello, tan solo tenemos que llenar una taza con arena y colocarla en uno de los estantes de la nevera.

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Eliminar manchas resistentes

Algunas manchas como las de aceite o grasa suelen ser muy difíciles de eliminar, pero a la hora de hacerlas desaparecer, sorprendentemente, la arena de nuestros gatos se puede convertir en una forma rápida y económica de conseguirlo. Gracias a su estructura porosa y alta capacidad de absorción, es capaz de capturar y retener incluso los líquidos más densos y difíciles de limpiar. Así que olvídate de las molestias al enfrentar manchas difíciles en suelos, telas o superficies delicadas. Para utilizarla, tan solo tendremos que dejar actuar una capa gruesa de arena encima de la mancha (semiseca) durante unas horas o durante la noche.

Sustrato para algunas plantas

Uno de los usos más curiosos que podemos darle a la arena de nuestros gatos es en jardinería. Gracias a su textura arenosa, permite un buen drenaje y ventilación, por lo que se puede convertir en el excelente sustrato para plantas suculentas y cactus. Se puede colocar en huertos urbanos, jardines y macetas.

Abonar las plantas

También en jardinería, la arena de gato se puede utilizar como abono para plantas, aunque, en este caso, primero debemos compostarla. Algunas marcas de arena para gatos se pueden reciclar y reutilizar como abono siguiendo un pequeño proceso de compostaje. Para ello tan solo tenemos que retirar las heces y grumos empapados de orina del arenero y, con lo restante, verterlo en un contenedor de compost junto a una pequeña capa de aserrín, tierra u hojas secas de forma intercalada con la arena. Durante seis meses, tan solo tenemos que airear el compost para asegurarnos de que entra suficiente oxígeno y ya podremos utilizarlo.

Derretir y romper el hielo

Otro uso desconocido de la arena de gatos es que, al absorber la humedad, ayuda también a romper y derretir el hielo, por lo que se puede esparcir un poco de arena para gatos en zonas de tránsito como la salida de casa o del garaje cuando nieva. De esta manera, las ruedas y la suela del calzado agarrarán mejor en la superficie y hay menos riesgo de resbalones.