El true crime es un género ampliamente explotado, con una avalancha de proyectos que se estrenan cada año tanto en televisión como en plataformas de streaming. Aunque pocos alcanzan el nivel de precisión y profundidad que ofrece Carles Porta, otros periodistas han comenzado a destacar en este ámbito. Un ejemplo reciente es Carles Tamayo, periodista y creador de contenido en YouTube, quien ha dado un gran paso con su debut en Amazon Prime Video a través de la docuserie de tres episodios, ‘Cómo cazar a un monstruo’. En esta producción, Tamayo narra el proceso de su investigación sobre Lluís Gros, un ex profesor y gerente de cine que, a pesar de haber sido condenado por abusos sexuales a menores, seguía en libertad. La docuserie no solo revela los detalles del caso, sino que también muestra a Gros proclamando su inocencia ante las cámaras, mientras oculta secretos mucho más oscuros que se desvelan a lo largo de la serie. El caso de Lluís Gros ha generado un profundo impacto en España debido a los delitos de abusos sexuales que cometió durante varios años mientras trabajaba como profesor y gerente de cine. A pesar de que las víctimas, algunas de ellas menores de 10 años, sufrieron estos abusos en diferentes centros educativos, Gros continuó ejerciendo su labor, ya que varias de estas instituciones encubrieron los hechos. Décadas después, algunas de sus víctimas, ya adultas y con más de 30 años, decidieron romper el silencio y llevar los abusos ante la justicia. Aún lidiando con el trauma, detallaron los horribles actos a los que fueron sometidas, como abusos sexuales que incluyeron penetración y otras conductas graves, todos ellos documentados en la serie ‘Cómo cazar a un monstruo’, que expone la investigación detrás del caso. En 2021, Lluís Gros fue condenado por delitos de abuso sexual y corrupción de menores. Sin embargo, a pesar de la sentencia y la emisión de una orden de busca y captura, Gros permaneció en libertad, lo que suscitó numerosas preguntas sobre la falta de actuación por parte de las autoridades. En un giro sorprendente, Gros solicitó una entrevista con Carles Tamayo para defender su inocencia, mientras continuaba la incertidumbre sobre su detención. Entre 2005 y 2011, una serie de denuncias revelaron los atroces actos cometidos por Lluís Gros, un empresario cinematográfico de El Masnou. Sus víctimas, todas menores de edad, sufrieron diversos abusos sexuales que culminaron en su condena. El primer caso salió a la luz cuando un joven de 15 años, contratado inicialmente para tareas de publicidad, fue sometido a una situación aberrante. Gros organizó una cena con otro menor, donde contrató a una trabajadora sexual y forzó a los jóvenes a participar en actos sexuales mientras él se satisfacía. El incidente culminó con Gros abusando directamente de la víctima. La segunda víctima, un adolescente de 13 años con discapacidad, fue explotada durante tres años. Gros le ofrecía dinero a cambio de favores sexuales, llegando a pagar hasta 50 euros por encuentro. Además, utilizaba a este joven vulnerable para acceder a otros menores. En 2011, se denunció un tercer caso igualmente perturbador. Otro niño de 13 años fue expuesto a material pornográfico y sometido a tocamientos por parte de Gros. El abuso escaló rápidamente, incluyendo actos sexuales explícitos. Gros intentó comprar el silencio del menor con entradas de cine. Se confirmaron al menos doce encuentros sexuales con esta víctima. Gros contactó a Tamayo con la intención de realizar un documental sobre su vida, alegando que quería contar “su verdad”. Tamayo, inicialmente esperanzado en escuchar una disculpa, se encontró con un hombre que negaba vehementemente los cargos y criticaba la sentencia, tachándola de injusta y basada en mentiras. Este encuentro dio origen a “Cómo cazar a un monstruo”, un documental revelador en el que Tamayo se embarca en una exhaustiva investigación sobre Gros. A medida que profundiza, el cineasta descubre una serie de secretos perturbadores que se remontan décadas atrás. El documental culmina con la detención de Gros, un desenlace que Tamayo contribuyó a hacer realidad .