3 pruebas claves para realizarle a una persona y confirmar si está sufriendo un derrame cerebral

Las enfermedades cerebrovasculares (ECV) son una de las mayores causas de muerte en España

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 23.000 personas murieron en 2023 a causa de estas patologías, entre las que destaca el derrame cerebral o el ictus. Asimismo, el INE detalla en sus datos que ocurrieron más muertes de mujeres que de hombres debido a estas enfermedades, dejando, específicamente, en cerca de 2.500 la diferencia entre ambos sexos. En cuanto a la edad, estas suelen actuar en personas cercanas a la tercera edad, ya que 21.251 habitantes fallecieron a causa de las ECV, siendo más del 91% de las muertes totales.

Existen una serie de factores de riesgo que promueven la aparición de este tipo de patologías. Además del sexo, la edad o la herencia/genética, están, como derivado de otras enfermedades:

1. Hipertensión arterial.

2. Diabetes.

3. Marcadores de ateromatosis (estenosis asintomática de carótida, cardiopatía isquémica, enfermedad arterial periférica)

4. Cardiopatías de alto riesgo embolígeno (Fibrilación auricular, Enfermedad del seno, infarto agudo de miocradio...).

5. Accidente isquémico transitorio.

Por otro lado, existen también hábitos potenciadores de ECV, como lo son, entre otros:

· Tabaquismo.

· Dislipemia.

· Alcoholismo.

· Obesidad.

· Sedentarismo.

Por otro lado, el Ministerio de Sanidad, en su Estrategia contra el ictus, distingue hasta dos tipologías diferenciadas de ECV, las isquémicas y las hemorrágicas. Los primeros son los más comunes, concretamente corresponden al 80%-85% de ictus que se suceden, y son aquellos que ocurren cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro de manera focal o global; mientras que los hemorrágicos pasan cuando un vaso sanguíneo del cerebro se rompe, creando hemorragias de tipo cerebrales o subaracnoideas.

Los síntomas de un derrame cerebral pueden aparecer repentinamente y afectar a un lado del cuerpo. Algunos síntomas incluyen:

1. Entumecimiento o debilidad repentina de la cara, brazo o pierna

2. Dificultad para hablar o entender el habla

3. Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos

4. Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida del equilibrio o coordinación

5. Dolor de cabeza severo y repentino sin causa conocida

6. La persona puede intentar levantar los brazos por sobre la cabeza, pero si un brazo comienza a caer, puede ser un signo de ACV

7. El paciente quizás no pueda sonreír o la boca o el ojo aparecen caídos

8. La persona puede notar lentitud al hablar, articular mal las palabras o decir cosas confusas o incoherentes

9. La persona puede perder repentinamente la visión periférica, o sus ojos pueden desviarse hacia un lado en lugar de mirar hacia adelante

10. Un lado de la cara de la persona puede caerse notablemente

Si tienes serias sospechas de que alguien puede estar sufriendo un ACV, lo mejor es llevarlo inmediatamente al hospital.

Para prevenir un derrame cerebral, puedes hacer cambios saludables en tu estilo de vida:

· Alimentación: Come una dieta saludable para el corazón, con abundantes frutas y verduras, y reduce la cantidad de colesterol y grasas saturadas en tu alimentación. También puedes consumir más fibra, como trigo, arroz, avena y cebada, y cereales integrales.

· Peso: Mantén un peso saludable.

· Actividad física: Haz ejercicio con regularidad.

· Presión arterial: Mantén tu presión arterial dentro de los niveles normales.

· Colesterol: Mantén tu colesterol dentro de los niveles normales.

· Azúcar en sangre: Si tienes diabetes, mantén el nivel de azúcar en la sangre (glucosa) dentro de los límites normales.

· Fumar: Si fumas, deja de fumar.

· Alcohol: Si bebes alcohol, hazlo con moderación.

· Estrés: Maneja el estrés.

· Medicamentos: Las estatinas son medicamentos que disminuyen el riesgo de sufrir un derrame cerebral porque ayudan a disminuir la concentración de colesterol y otros tipos de grasa en la sangre.