Aunque no lo creas, Jake Gyllenhaal es ciego, y así lo ha demostrado

Durante una revista, ha hablado abiertamente de su condición, algo que cuesta de creer.

Por:

Adonis Martínez

Siempre es sorprendente descubrir detalles de las vidas de los famosos que no eran evidentes a primera vista, ya sea porque los mantienen bien guardados o porque simplemente pasan desapercibidos.

Un ejemplo de ello es Jake Gyllenhaal, el actor aclamado por sus papeles en películas como Brokeback Mountain, Prisoners y la reciente Road House junto al luchador Connor McGregor. Lo que muchos no saben es que Gyllenhaal es legalmente ciego desde su infancia. Sin embargo, esto no ha sido un obstáculo en su carrera, todo lo contrario: ha seguido demostrando su talento en cada proyecto, superando cualquier desafío que su visión pudiera haberle presentado.

Un ojo vago empezó todo

El actor, que ahora tiene 43 años, reveló en una entrevista con The Hollywood Reporter que nació con ojo vago, un problema que, según él, se fue corrigiendo de manera natural con el tiempo. Sin embargo, a los seis años le prescribieron el uso de gafas y lentillas correctoras, algo que sigue utilizando hasta el día de hoy.

Gyllenhaal explicó que tiene tantas dioptrías que apenas puede ver, incluso de forma borrosa, a seis metros de distancia, lo que lo sitúa muy cerca de la ceguera. De pequeño, fue víctima de bullying por llevar gafas, pero aprendió a convertir esa experiencia en una ventaja.

“Me gusta pensar que es una fortaleza. Nunca he conocido otra forma de ver el mundo. Por ejemplo, cuando me despierto por la mañana y no puedo ver nada antes de ponerme las gafas, es un momento de calma en el que estoy a solas conmigo mismo”, compartió Jake Gyllenhaal.

El futuro de Jake Gyllenhaal en Hollywood

El actor ha comentado que convivir con la posibilidad constante de no ver bien lo ha llevado a buscar proyectos que lo desafíen y lo saquen de su zona de confort. “Me atraen los roles que me generan dudas, que me hacen preguntarme si soy capaz de interpretarlos, que me confrontan con aspectos de mí mismo que aún desconozco”, explicó.

Un ejemplo de su enfoque es una escena en la película Southpaw, donde su personaje recibe la noticia de la muerte de un ser querido. Gyllenhaal decidió actuar sin sus lentillas en esa escena, forzándose a concentrarse en las palabras que le decían y a basar su interpretación en el peso emocional del diálogo, en lugar de en lo visual.