Si sufres algunas de estas enfermedades no debes comer frambuesas

Está catalogada como una fruta con grandes beneficios para la salud, pero a muchas personas les puede hacer daño. Te contamos a quiénes.

Muchas frutas están en la mira con la llegada del verano, teniendo en cuenta que buscamos la manera de poder alimentarnos y a la vez refrescarnos.

Los médicos siempre recomiendan la ingesta de frutas y agregar ciertos frutos a nuestras dietas, pero hay algunas que, aunque no parezcan, pueden generarle algunos problemas de salud a algunas personas: por ejemplo, las frambuesas.

Es un fruto con un gran valor de propiedades nutricionales destacando su alto contenido en antioxidantes, vitaminas y fibras. Junto a México, España es uno de los principales países proveedores de esta fruta a nivel mundial, de donde se exporta hacia varios puntos del globo terráqueo. Principalmente, crece en lugares claros de bosques o prados donde el fuego y las talas de árboles han dejado espacios para su desarrollo.

Originario de Europa, el árbol de frambuesa cuenta con raíces específicas provenientes de Grecia y desde allí la planta se trasladó hacia Italia, Países Bajos, Inglaterra y luego a América del Norte.

Propiedades de la frambuesa

Entre tantas características, la frambuesa ayuda como antioxidante y hasta posee propiedades anticancerígenas. Se cultivan y cosechan en distintos momentos del año, pero mayormente dan sus frutos en verano. Además, se destacan por tener un alto contenido de fibra y vitamina C. “Una cucharada sopera de frambuesas aporta casi el 7% de las ingestas diarias recomendadas para esta vitamina” detallan los especialistas.

Pero más allá de las condiciones benéficas que estamos detallando, hay personas que deben tener precaución a la hora de ingerir estos frutos.

¿A quiénes podría afectar el consumo de frambuesas?

Son muchas las características positivas de este fruto, pero también son varias las personas que deben tener cuidados al consumir las frambuesas.

Aquellas personas que padecen alergias, sin lugar a duda. Para identificar estas alergias se puede ver sarpullido, hinchazón, picor en la boca, dificultad para respirar y anafilaxis (la cuál es una reacción alérgica grave) en casos severos.

Por otro lado, también se ha vuelto popular la cetona de frambuesa, una sustancia química en el fruto que aumenta el metabolismo, que responde a la rapidez con la que el cuerpo quema sus grasas y fomenta el adelgazamiento. Sin embargo, es poca la evidencia de que esto sea real.

Los Estados Unidos fueron los que indicaron que algunos suplementos vitamínicos pueden tener efectos estimulantes y hasta afirmaron que “pueden incrementar el riesgo de efectos secundarios” entre otros aumentos en la frecuencia cardíaca y presión arterial alta.

Por eso lo mejor y recomendable es primero que nada corroborar que no somos alérgicos a esta fruta y, en segundo lugar, una vez confirmado que no hay riesgos, consumirla de manera medida para tratar de aprovechar al máxima las propiedades benéficas que tiene la fruta para nuestro cuerpo.