Un coche conducido por IA atropella a un peatón

El vehículo impactó con una persona que intentaba cruzar con el semáforo en rojo en China.

Por:

Nicolas Lafferriere

Un curioso accidente en China vuelve a colocar la conducción automática sobre una lupa. Un vehículo sin conductor golpeó a una persona tras seguir la autorización del semáforo, y la postura en redes sociales resulta distinta a la de otros casos de este tipo.

El atropello en China

La noticia tuvo como epicentro a la ciudad de Wuhan. Uno de los 300 vehículos del servicio Apollo Go, desarrollado por la marca Baidu como un sistema de taxis automáticos, se encontraba en su recorrido habitual por las calles en busca de clientes para el servicio.

Mientras los sensores del vehículo detectaban la luz verde y permitían el paso por uno de los cruces, una mujer decidió cruzar rápidamente por el paso de cebra opuesto. Como resultado, la peatona resultó golpeada por el vehículo sin conductor, que detuvo su paso de forma inmediata.

A pesar de que el impacto fue leve y no presentó heridas importantes, la mujer fue trasladada a un hospital para ser examinada a detalle. El vehículo siguió su paso tras la intervención policial y varios instantes de tráfico detenido. Baidu publicó una disculpa y justificación en sus redes sociales, asegurando que sus servicios en Pekín, Shenzhen y Chongqing siguen funcionando con normalidad.

Las reacciones de la gente

El incidente es una clara muestra de los inconvenientes que todavía se presentan dentro de la conducción automática. No hablamos de un problema que pueda surgir con el propio vehículo, sino con sucesos inesperados que surgen en su entorno como consecuencia de las infracciones de tránsito.

En internet, la mayoría de las quejas llegaron a la peatona, quien según el relato cruzó sin tener el paso permitido. Baidu señaló este detalle en su comunicado posterior al hecho, donde también pidieron disculpas por las molestas ocasionadas a raíz del hecho.

Igualmente, los “robotaxis” volvieron al punto de mira de la gente. A pesar de tratarse de un sistema de transporte novedoso y personalizado, todavía existen inconvenientes como la aceptación de los usuarios por la falta de confianza, las limitaciones tecnológicas, los elevados costes de fabricación y la normativa actual en ciertos países.