Probado: hombre paso 8 años sin ducharse y esto ocurrió

Los efectos en el cuerpo por no ducharse durante un largo tiempo, pueden traer algunos beneficios para el organismo, afirma este científico.

Por:

Julia Castro

Hombre estuvo 8 años sin bañarse y estas fueron las consecuencias. Fuente: Freepik/La Península

Fue en 2015, cuando James Hamblin, profesor de la Universidad de Yale, tomó una decisión que lo llevaría a la fama, y no por su enseñanza, sino por poner en práctica lo que enseña. Fue así que Hamblin cambió una de las conductas sociales más normalizadas: dejó de bañarse. Pero esta decisión, que le llevó más de 8 años, tenía un objetivo y era para esclarecer uno de los misterios más grandes de la ciencia.

Esto es la curiosidad de saber qué pasa si dejamos de ducharnos, las consecuencias que tiene sobre nuestro bienestar físico, ”me encuentro perfectamente bien. Te acostumbras. Me siento normal”, ha afirmado Hamblin, quien ha reducido su limpieza corporal al uso exclusivo de jabón de manos. Su enfoque se centra en permitir que el cuerpo alcance un equilibrio natural con los aceites y microbios presentes en la piel.

Y es que, de acuerdo con el profesor, mientras se dejan los productos de la higiene personal, el cuerpo se encargará de ajustar la producción de aceite y mantener un entorno microniano estable y sano para el cuerpo humano. Hamblin, lo plasma en su libro “Clean: The new science of skin and the beauty of doing less” (“Limpio: la nueva ciencia de la piel y la belleza de hacer menos”), escrito en los primeros 5 años que pasó sin darse una ducha.

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¿Es necesario bañarse o todo depende de las bacterias de nuestro cuerpo?

    El autor explica en su libro, que el olor corporal no es obligatorio de un indicador de suciedad, sino de desequilibrio microbiano. Es decir, las bacterias se alimentan de las secreciones que desprenden olor como el sudor y “cuando aplicamos productos de higiene, alteramos el equilibrio natural de estos microbios, lo que puede favorecer a aquellos que generan malos olores”.

A pesar de lo que muchos creen, Hamblin no dejó de ducharse de la noche a la mañana, sino que esté cambio fue gradual, poco a poco dejó de usar productos de higiene como el shampoo o el jabón, este cambio permitió que su cuerpo se adaptara a los cambios en las bacterias. Y es que entre su cuerpo se acostumbraba a alejarse de las duchas, el científico se percató que su piel y cabello estaban menos grasientos y más equilibrados.

Y en este contexto, vale la pena recordar que la mayoría de la población no tenía acceso al agua, o en el siglo XVII en Europa, creían que el agua era mala y no se duchaban, por lo que reemplazaban esto con flores o pelucas. Sin embargo, en la actualidad la producción masiva de productos de higiene y la tecnología de secuenciación de ADN nos han permitido entender mejor el microbioma de la piel, lo cual sugiere que no todos los microbios son dañinos, algunos incluso pueden protegernos de enfermedades externas.

  • Por otra parte, el profesor no ha abandonada del todo la higiene, pero si ha cambiado algunos hábitos como:
  • Continúa lavándose las manos con jabón, una práctica esencial para prevenir enfermedades y mantener la higiene básica.
  • Humedecer el cabello: De vez en cuando, se enjuaga el cabello con agua, especialmente cuando siente que está demasiado sucio o desordenado.
  • Hamblin se enjuaga con agua cuando lo necesita. Este método, según él, es suficiente para mantener una sensación de limpieza sin eliminar los aceites naturales de la piel.
  • Cuidado bucal: Hamblin sigue una rutina regular de higiene bucal, incluyendo el cepillado de dientes con pasta dental, para prevenir caries y mantener la salud oral.

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