Tres fáciles técnicas para superar los malos pensamientos y sentirse bien

Con estos sencillos tips, nada podrá detenerte para lograr y concentrarte en tus objetivos. La mente es muy poderosa y debes llenarla de paz para sentirte bien.

Por:

Julia Castro

Con estas tres sencillas técnicas podrás superar los malos pensamientos. Fuente: Freepik

El estilo de vida en la actualidad, ha dado paso a enfermedades que para los antepasados eran impensables, como la ansiedad, estrés o en el peor de los casos depresión. A pesar de estar todo el día realizando actividades, ya sea en el hogar o el trabajo, el cerebro nunca se detiene y te acompaña con aproximadamente 60 mil pensamientos, por eso y aunque tengas la mejor energía, llegan a surgir algunos malos pensamientos, puedes llegar a sobrepensar e imaginar cosas que aún no suceden.

Estos malos pensamientos, son tan reales que pueden llegar a afectar tu vida diaria, incluso sabotearte en tu trabajo y haciendo que no tengas el mismo funcionamiento en tus tareas, por eso es fundamental que no dejes que estas ideas e imaginaciones se apoderen de tu cabeza y tus actividades.

Las tres técnicas fáciles e infalibles para sentirse bien

Estos malos pensamientos, tienen un hombre específico y se conocen como intrusivos, son recurrentes y pueden surgir en cualquier momento, lo que genera la ansiedad. Y debido a su intensidad y que son tan frecuentes llegan a dominar la mente, lo que sin duda puede provocar obsesiones o hacerte sentir mal contigo mismo o incluso con otras personas, solo por lo que está en tu mente.

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Los malos pensamientos puede atraer ansiedad y depresión. Fuente: Freepik

Para luchar contra estos pensamientos, existen diversos ejercicios que pueden ayudar a mitigarlos de manera autónoma. Estas son tres técnicas que puedes realizar para reconectarte con lo que eres y pasa en realidad.

Encuentra tus emociones positivas

Para la primer técnica debes estar concentrado en lo que quieres sentir en lugar de lo que causa ansiedad y dolor. Es decir, pon toda tu energía en sensaciones de paz, tranquilidad o confianza. Por ejemplo, antes de dormir, en lugar de pensar en alguna actividad que te cause estrés para el día siguiente, mejor piensa en algo que te haga sentir paz y tranquilidad.

O por ejemplo, si lo que buscas es sentir confianza recuerda algún momento en el que hayas sentido esa confianza o imagina cómo sería tenerla en una situación concreta. Si enfocas tus emociones en algo positivo, te darán una sensación de estar bien, y de que tú podrás contra todo, porqué exactamente tienes ese poder de ver para otros días.

Aceptación del pensamiento intrusivo

No escondas e identifica al pensamiento intrusivo, necesitas identificar este tipo de pensamientos para así sacarlos de tu mente. Deja que aparezca y permítete sentirlo aunque sea un momento, pero no más. Trátalo como si fuera alguien no deseado en tu casa, es decir, imagina que este invitado se presenta y, aunque no lo esperabas, decides ofrecerle una taza de café o incluso una comida.

Trata de conectar con tus emociones para evitar que los malos pensamientos se apoderen de ti. Fuente: Freepik

Después de un tiempo, este invitado se marchará. La clave es tratarlo con calma y confianza, sabiendo que, como cualquier visita, eventualmente se irá.

Conexión con el entorno

Maneja estos pensamientos intrusivos en el entorno, estos pensamientos llegan en cualquier momento y se compone de tres tandas que pueden llevar unos 4-5 minutos en total. Aunque es un poco más complicado que el anterior, con algo de concentración puede realizarse en cualquier lugar, ya sea de pie o sentado mientras se realiza otra actividad. Esta última técnica se trata de prestar atención plena a los detalles del entorno inmediato: los sonidos, los olores, las texturas y las vistas. Conectarse con el entorno ayuda a desviar la atención de los pensamientos, trata de ocuparte en actividades para que tu cabeza no sobrepiense y te haga detenerte en lo que realmente puedes lograr.

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