Si sufres alguna de estas enfermedades crónicas, debes protegerte especialmente del calor

Las altas temperaturas del verano pueden ser peligrosas si padeces los siguientes problemas de salud.

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Por:

Nicolas Lafferriere

Si sufres alguna de estas enfermedades crónicas, debes protegerte especialmente del calor
La ola de calor puede afectar su salud si tienes una de estas enfermedades. Fuente: Pexels

El verano puede ser una época agradable para algunos, pero también resulta en una alerta inminente para las personas con ciertos problemas de salud. Las olas de calor pueden ser peligrosas para los pacientes de enfermedades que involucran órganos y malfuncionamientos específicos.

La visión de un experto

Fulgencio Molina, especialista en Medicina y jefe de Urgencias del Hospital Quirónsalud Murcia, asegura que “Todas aquellas patologías que precisen tratamientos con diuréticos pueden ser susceptibles de empeoramiento debido al incremento de temperatura y al potencial peligro de deshidratación”.

Hospital Donostia.
La atención médica puede evitar las descompensaciones por las altas temperaturas. Fuente: Hospital Donostia

Molina señaló que las patologías que involucran al corazón, los pulmones y los riñones son las más propensas a pasar un mal rato a causa del calor. La diabetes también se ve incluida en la lista, ya que las vasodilataciones producidas por las altas temperaturas favorecen una absorción más rápida de la insulina.

Las enfermedades afectadas

Las patologías que pueden verse afectadas por las altas temperaturas son:

  • Insuficiencia cardíaca: los pacientes con esta enfermedad pueden sufrir deshidratación e hipotensión, ya que el corazón tiene menos capacidad de reserva funcional para eliminar el exceso de calor del cuerpo y puede sobrecargarse y entrar en edema agudo de pulmón.
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma y bronquitis: las altas temperaturas, en combinación con la sequedad ambiental, pueden empeorar los síntomas respiratorios. La razón es que el cuerpo necesita trabajar más para mantener una buena temperatura corporal, lo que exige un mayor consumo de oxígeno.
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Los pacientes con las patologías cardiacas, pulmonares y renales son los más propensos a correr peligro ante el calor. Fuente: Freepik
  • Enfermedades renales: los efectos del calor pueden empeorar la patología nefrológica, ya que el riñón es un órgano muy susceptible por el elevado trabajo metabólico que realiza. También hay que tener en cuenta que, a más temperaturas, mayor riesgo de deshidratación.
  • Diabetes: los diabéticos son más propensas a sufrir deshidratación y los efectos secundarios que ocasiona. Esta deshidratación puede provocar un pico de la glucosa. Además, la diabetes en verano puede presentar otras alteraciones a nivel de las fibras nerviosas y de los vasos sanguíneos que dificultan la regulación de la temperatura corporal por parte de las glándulas sudoríparas.

Las recomendaciones generales para evitar este tipo de problemas consisten en mantener el hogar ventilado, evitar la exposición prolongada a las altas temperaturas, e ingerir suficientes líquidos hidratantes (preferiblemente agua. Como siempre, todo problema de salud debe ser tratado con un profesional.

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