Los 3 trucos mágicos para evitar que un perro muerda a una persona

Los expertos de Harvard proponen una solución contra el instinto impredecible de nuestras mascotas.

NicolasLafferriere

Por:

Nicolas Lafferriere

29 de junio de 2024, 9:00 p.m.

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Expertos en Harvard proponen tres soluciones al comportamiento furioso de un perro. Fuente: Pexels

Dentro del comportamiento canino, uno de los aspectos que más preocupa a los dueños de una mascota es el posible hábito de morder a otras personas. Si bien el control de los perros depende de las conductas de sus dueños, lo cierto es que hay varios factores externos que pueden afectar directa e indirectamente a su instinto.

En colaboración con el Centro Waltham y la Universidad de Australia Occidental, la Universidad de Harvard investigó los detalles relacionados a este comportamiento en más de 2700 perros, resultando en tres trucos efectivos para evitar que los perros muerdan a personas desconocidas.

¿Por qué un perro muerde a un desconocido?

Las mordeduras de perro pueden variar en severidad, desde mordiscos suaves hasta heridas graves. Los motivos por los que un perro puede morder a un desconocido son diversos y pueden incluir:

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Los paseos son importantes para que nuestros perros interactuen con su entorno. Fuente: Freepik
  • Mordisqueo de cachorros: los cachorros a menudo muerden durante el juego para explorar el mundo que les rodea y aprender límites. Es importante enseñarles desde temprana edad que morder no es aceptable.
  • Instinto de caza: algunas razas de perros tienen un fuerte instinto de caza, lo que puede llevarlos a morder a personas que se mueven rápidamente, como ciclistas o corredores.
  • Instinto maternal: las perras pueden mostrar comportamientos protectores hacia sus cachorros y pueden morder si perciben una amenaza.
  • Dolor: los perros pueden morder como respuesta al dolor, ya sea por una lesión o una enfermedad.
  • Miedo: los perros asustados pueden morder como mecanismo de defensa. Es importante identificar y abordar la causa del miedo para evitar futuras mordeduras.
  • Posesividad: algunos perros pueden volverse agresivos cuando protegen sus recursos, como comida, juguetes o territorio.

Para calmar a nuestros compañeros caninos desde temprana edad, existen tres trucos infalibles que nos permiten controlar este comportamiento desde la etapa más temprana de vida.

Socialización temprana

Es fundamental que nuestra mascota se exponga a sus pares desde muy cachorro. El objetivo es que pase por diversas situaciones, entornos y personas para que se familiarice y adapte a su mundo circundante. Bajo un control e influencias positivas, esta exposición en su edad más temprana evitará que desarrolle miedos o conductas agresivas ante lo desconocido.

La convivencia con otros perros es importante para desarrollar su confianza hacia lo desconocido. Fuente: Pexels.

Disciplina y obediencia

Por otro lado, los expertos señalan que existe una influencia muy importante en la educación que recibe un perro por parte de su dueño. La obediencia y el vínculo respetuoso entre ambos es esencial, y permite que la mascota responda órdenes y mandatos de forma clara, fortaleciendo así la confianza mutua y el control sobre su comportamiento.

Paseos diarios

Finalmente, los especialistas aseguran que pasar a un perro de forma diaria es una práctica benéfica, tanto para una mascota como para su dueño. El canino es capaz de socializar e interactuar con su entorno, y poner en práctica puntos antes citados como el contacto con otras personas y perros. La confianza de la mascota con su entorno crece a partir de sus experiencias fuera de su hogar.

Como siempre, y sumado a los consejos antes citados, recomendamos buscar ayuda de un profesional en comportamiento animal para abordar este tipo de problemas de forma efectiva y segura.

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