Toma nota: Así debes acariciar a tu gato

Los expertos revelan la forma correcta de realizar caricias a tu mascota felina.

Entre los expertos del comportamiento felino, existe un tema de discusión muy llamativo como es la forma correcta de acariciar a un gato. A pesar de que nuestros compañeros felinos encuentran un vínculo especial en el contacto con un humano, lo cierto es que no todos ellos disfrutan de ser acariciados de forma prolongada.

Las palabras de los expertos

Una opinión en común asegura que el lenguaje corporal de nuestras mascotas es sencillo de localizar. En el caso de los gatos, existen señales como las orejas hacia atrás, la cola agitada o los maullidos insistentes, que nos pueden indicar que el animal no se siente cómodo con las caricias.

La Doctora Lauren Finka señaló que la mayoría de los gatos no disfrutan ser acariciados de la manera que los humanos preferirían hacerlo. Esto se debe a que, por naturaleza, los felinos no son inherentemente sociales ni acostumbran al contacto físico, una gran diferencia en relación a otras mascotas domésticas como los perros.

Finka asegura que los gatos tienden a soportar el contacto físico por los beneficios asociados con la relación entre la mascota y el propietario, como son la comida y los alimentos. No obstante, estos momentos de contacto pueden afectar a nuestro felino, al punto de crear momentos de incomodidad.

Las pautas para las caricias

Con el fin de guiar a los dueños de los gatos en el proceso de caricias, Finka propuso cuatro pautas que han sido probadas en el Battersea Dogs and Cats Home de Londres, y que han resultado muy bien en su aplicación a los felinos dentro de este refugio.

1. Proporcionar opciones y control durante la interacción. Ofrecer la mano al gato y permitirle decidir si quiere ser acariciado.
2. Atender al comportamiento y lenguaje corporal del gato para detectar signos de que necesita un descanso.
3. Pensar en dónde se toca al gato. Las áreas como la base de la cola y el vientre deben evitarse en la medida de lo posible.
4. Seguir el ejemplo del gato. Si se frota contra el dueño, es probable que esté disfrutando, pero si se aleja, hay que respetar su espacio.

Las áreas preferidas para acariciar, según la investigación, son las mejillas, la base de las orejas y debajo de la barbilla. “Estas áreas contienen muchas glándulas cutáneas que producen olores, y los gatos están muy motivados para usar estas regiones para difundir su olor”, destaca la experta.

Esta serie de pautas pueden acercarnos a una relación estrecha y respetuosa con nuestros gatos, además de asegurar el periodo de caricias como un momento mucho más grato y que no presente una situación de incomodidad para nuestras mascotas.