3 hábitos “mágicos” para mejorar la memoria después de los 70 años

La mente es un músculo que necesita ciertos ejercicios y rutinas para poder mantenerse en el tiempo. Estos son algunos de los hábitos más saludables para mejorar la memoria si eres mayor de 70 años.

Por:

Melisa Sbrocco

Mantener la memoria activa a medida que envejecemos es un desafío crucial para una vida plena. La neurociencia sugiere que, al igual que los músculos, la memoria necesita ejercicio para mantenerse en forma. Estas son algunas estrategias respaldadas por la ciencia para preservar la agudeza mental después de los 70 años.

El declive de la memoria puede comenzar a los 30 años, pero se vuelve más notable después de los 60, según un estudio publicado en Dementia and Geriatric Cognitive Disorders Extra. Jorge Medina, doctor en Medicina, investigador del CONICET y director de la Maestría en Psiconeurofarmacología de la Universidad Favaloro, subraya que “para vivir mejor se requiere siempre de una buena memoria”.

Los tres hábido “mágicos” para mejorar la memoria después de los 70 años

• La importancia de la rutina ordenada

Medina recomienda adoptar ciertos comportamientos para mantener la memoria activa: “Comé bien, dormí bien, leé mucho”. Destaca particularmente los beneficios de la lectura, ya que “en la lectura usás mucha memoria, tenés que recordar qué pasaba en párrafos anteriores”.

• El rol del ejercicio físico

La relación entre la actividad física y la memoria puede sorprender a algunos. Medina explica que caminar es beneficioso para las personas mayores, pero no cualquier tipo de ejercicio tiene el mismo impacto en la memoria. “Para que el ejercicio físico redunde en una mejor memoria se requiere un cierto nivel de ejercicio físico, no es cualquier ejercicio”, aclara.

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Medina sugiere que el ejercicio físico más efectivo para la memoria en personas mayores es el entrenamiento intermitente de alta intensidad. Este tipo de ejercicio asegura la liberación de sustancias beneficiosas para el cerebro en el torrente sanguíneo. “Es el que mejor funciona; pero sí, sin dudas a la persona le hace bien hacer ejercicios”, enfatiza el médico.

• Estrategias diarias para una mente activa

Además de la lectura y el ejercicio físico, hay otras actividades y hábitos que pueden ayudar a mantener la memoria aguda. Incorporar una dieta equilibrada y dormir bien son fundamentales. La neurociencia sugiere que estas prácticas no solo benefician la salud general, sino que también tienen un impacto directo en la función cognitiva.

La combinación de ejercicio físico adecuado, actividades mentales estimulantes como la lectura, una buena alimentación y un sueño reparador son claves según la neurociencia. Estos hábitos no solo ayudan a preservar la memoria, sino que también contribuyen a una mejor calidad de vida en la vejez.