Olor a lluvia o Petricor: ¿Por qué nos gusta tanto a las personas?

Si te encanta el olor a lluvia o el olor a tierra mojada tras llover, es algo completamente normal y además tiene una explicación.

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Por:

Adonis Martínez

Olor a lluvia
El significado detrás del olor a lluvia. Fuente: Pixabay.

En los días de verano, cuando el calor puede llegar a ser insoportable, una breve lluvia resultante de una tormenta estival trae consigo una profunda sensación de alivio para muchas personas. Si esta lluvia llega después de un período prolongado de sequía, con la vegetación clamando por agua, los distintos olores que desprende la tierra mojada y la humedad ambiental son especialmente agradables al olfato.

El aroma que percibimos durante estas lluvias tiene una base científica y se conoce como petricor. Este olor no solo involucra al petricor, sino que también incluye una mezcla de varias sustancias que enriquecen su complejidad. Para entender más acerca de qué es el petricor y por qué resulta tan atractivo para nosotros, te invito a seguir leyendo este artículo.

¿Qué es el petricor?

El aroma característico de la tierra mojada, conocido como petricor, es resultado de la combinación de dos sustancias principales: petricor y geosmina, que son componentes naturales presentes en el suelo y en las plantas. Cuando la lluvia entra en contacto con estos elementos, se desencadenan reacciones que liberan este distintivo olor.

    El petricor es un aceite producido por algunas plantas durante sus procesos metabólicos y se acumula en las hojas, suelos y piedras cercanas. Al llover, este aceite se libera mediante un proceso interesante: forma burbujas dentro de las gotas de lluvia que, al ascender a la superficie y romperse, emanan el aroma al aire.

El término petricor fue acuñado por los geólogos australianos R.G. Thomas e Isabel Joy Bear en 1965, según publicaron en la revista Nature. Sin embargo, la mecánica específica por la que este olor se libera al aire solo se descubrió en 2015, cuando investigadores del MIT utilizaron cámaras de alta velocidad para visualizar cómo el aroma se dispersa en el ambiente.

¿Por qué nos gusta tanto el olor a lluvia?

Olor a lluvia.
Una mujer bajo la lluvia. Fuente: Pexels.

La satisfacción que sentimos al percibir el olor a lluvia puede tener raíces evolutivas profundas. Los distintos aromas, incluido el de la lluvia, tienen la capacidad de activar conexiones neuronales en el cerebro con la misma rapidez que las emociones.

El sentido del olfato está directamente conectado a la amígdala y al sistema límbico, áreas cerebrales responsables de gestionar los estados emocionales. Esto puede explicar por qué ciertos aromas pueden activar áreas cerebrales vinculadas a estructuras más antiguas del cerebro.

Históricamente, nuestros ancestros desarrollaron una asociación positiva con el olor a lluvia, interpretándolo como una señal de que la temporada seca estaba terminando y se aproximaban las lluvias necesarias para la agricultura. Este vínculo entre el olor a lluvia y la anticipación de la cosecha se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndolo en una experiencia emocionalmente gratificante hasta nuestros días.

El petricor también es significativo en el reino animal. Por ejemplo, para muchos peces, la detección de petricor en el agua marca el final del verano y el inicio del otoño, señalando la temporada de lluvias ideal para la reproducción y la puesta de huevos. Este fenómeno demuestra cómo el olor a lluvia es importante tanto para humanos como para animales, sirviendo como un indicador clave de cambios ambientales y temporales.

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