La turbia historia detrás de la secta que planeó el fin del mundo en el Teide

Un documental de MAX recuerda la operación policial que evitó un suicidio colectivo de más de treinta personas a principios de 1998 en Tenerife y que rememora una de las historias más turbias de la España actual.

AdonisMartinez

Por:

Adonis Martínez

6 de junio de 2024, 10:20 a.m.

Compartir este artículo

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
Heide Fittkau-Garthe
Heide Fittkau-Garthe , líder de la secta en el Último Día. Fuente: Max.

Ahora que Llados está siendo denunciado por estafa piramidal y por presunta secta, muchas personas están poniendo el foco en estas historias, que aunque no lo creas, tenemos muchas y diversas en España.

Una de ellas creía en el fin del mundo y casi consigue un suicidio colectivo en el Teide, lo que habría sido totalmente terrible. Esta es la historia de la secta que se retrata en la docuserie de ‘El último día en el mundo’.

La historia detrás de la secta que vemos en ‘El último día’

Se hacían llamar el Centro de Entrenamiento para la Liberación de la Energía Atma y seguían a la psicóloga alemana Heide Fittkau-Garthe. Convencidos de que el mundo terminaría el 8 de enero en Tenerife, planeaban subir al Teide. Según su líder, el eje de la Tierra explotaría y destruiría lugares como Europa, Múnich y Mongolia. Creían que presenciarían el apocalipsis antes de dejar sus cuerpos y esperar la llegada de una nave espacial que transportaría sus almas.

Publicidad

Los planes del grupo fueron frustrados el día anterior gracias a una operación policial realizada durante uno de sus rituales. La intervención se produjo después de que la hija de una de las víctimas alertara a las autoridades sobre las intenciones de su madre y otros miembros del grupo.

Así fue el operativo que frenó un suicidio colectivo

El operativo policial tuvo lugar el 7 de enero de 1998 en el Barrio de la Salud de Santa Cruz, donde los agentes rodearon un edificio de tres plantas en la calle Enrique de Anaga. Tras derribar la puerta, entraron con las armas en alto, subieron las escaleras y buscaron en todas las habitaciones.

Entre las colchonetas y la decoración esotérica encontraron a 32 personas, incluidos cinco niños, vestidas con túnicas blancas realizando un ritual religioso. Los sectarios, convencidos de que el fin del mundo era inminente, planeaban terminar con sus vidas y las de sus hijos, creyendo que una nave espacial recogería sus cuerpos desde las laderas del Teide para llevarlos al más allá.

La única detenida como presunta responsable fue la líder del grupo. Los miembros de la secta recibieron asistencia psicológica y las autoridades los describieron como “víctimas antes que otra cosa”. Sin embargo, tras el frustrado suicidio colectivo, mostraban preocupación por su líder, a quien consideraban “tocada por la mano de Dios”.

A excepción de una española, todos eran de nacionalidad alemana y quedaron bajo custodia de la Policía Nacional como testigos y víctimas. Aunque la investigación no encontró pruebas suficientes, se descubrió que la líder controlaba un patrimonio de más de 300 millones de pesetas, en parte bienes que sus seguidores habían transferido a su nombre. A finales de 1998, el juez ordenó la devolución de su pasaporte y la mayoría de sus posesiones embargadas.

Temas relacionados