Astrolabio, el descubrimiento científico que es considerado “el primer smartphone de la historia”

Un sorprendente descubrimiento respecto a un astrolabio con inscripciones que modificaban sus capacidades, al estilo apps de los teléfonos inteligentes, maravilla al mundo.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

Astrolabio, el descubrimiento científico que es considerado “el primer smartphone de la historia”
La doctora en Historia, Federica Gigante, examina el astrolabio. Fuente: X / @Cambridge_Uni

Por más de dos mil años, los observadores del cielo han utilizado instrumentos sorprendentemente precisos llamados astrolabios para mapear el espacio. Estos dispositivos, que se asemejan a grandes relojes de bolsillo antiguos, permiten a los usuarios determinar el tiempo, la distancia, la altura, la latitud e incluso predecir el futuro mediante horóscopos.

Recientemente, se descubrió un astrolabio del siglo XI en la Fondazione Museo Miniscalchi-Erizzo en Verona, Italia. Federica Gigante, historiadora de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, notó este instrumento mientras revisaba una fotografía en internet que buscaba una imagen de Ludovico Moscardo, un noble y coleccionista del siglo XVII.

Una historia sorprendente

Según relata el diario estadounidense The New York Time, Gigante, quien se familiarizó con los astrolabios durante su tiempo en el Museo de Historia de la Ciencia de la Universidad de Oxford, se sorprendió al descubrir que nadie en el museo de Verona sabía qué era la pieza. Decidió viajar a Italia para inspeccionarlo personalmente. Un curador la llevó a una sala lateral donde la luz del sol iluminaba las características de bronce de la reliquia.

    El dispositivo consistía en una gruesa placa circular con una serie de otras placas y diales encajadas. Gigante distinguió inscripciones árabes y marcas hebreas junto con números occidentales y rayones que parecían haber sido codificados.

“A la luz rasante, me di cuenta de que no se trataba sólo de un objeto antiguo increíblemente raro, sino de un poderoso registro de intercambio científico entre árabes, judíos y cristianos durante casi un milenio”, dijo Gigante.

Los astrolabios tienen una historia que se remonta a la época de Apolonio de Perga y Hiparco, quien catalogó al menos 850 estrellas. Los musulmanes conocieron estos dispositivos a través de la traducción de textos helenísticos y bizantinos al árabe, y perfeccionaron el mecanismo. En el siglo IX, los persas utilizaban astrolabios para localizar La Meca y determinar los períodos de oración diarios.

Este instrumento llegó a Europa con la conquista de gran parte de España por los moros en el 711 d.C. Al analizar el astrolabio de Verona, Gigante concluyó que se originó en la Andalucía del siglo XI, donde musulmanes, judíos y cristianos trabajaron juntos en la búsqueda de la ciencia.

    “A medida que el astrolabio cambió de manos, sufrió numerosas modificaciones, adiciones y adaptaciones”, explicó Gigante. Los nombres árabes originales de los signos del zodíaco fueron traducidos al hebreo, lo que sugiere que el dispositivo circuló en una comunidad judía sefardí en algún momento. Inscripciones en la placa central indican que fue utilizado en diferentes latitudes, incluyendo Córdoba y Toledo, y quizás en Marruecos o Egipto.

Finalmente, Gigante concluyó que el astrolabio llegó a la diáspora judía en Italia, donde el hebreo reemplazó al árabe. “Básicamente, realizar las revisiones fue como agregar aplicaciones a su teléfono inteligente”, dijo Gigante.

Este hallazgo no solo subraya la precisión técnica de estos antiguos instrumentos, sino también el rico intercambio cultural y científico entre las diferentes civilizaciones de la época.

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