Guía para preparar café sin fallar en el intento

Se trata de una de las bebidas más disfrutadas en el mundo, con una rica historia de tradición y aromas inigualables. Aquí, repasamos lo que no debe hacerse a la hora de emprender el goce de la elaboración de un excelente café.

Por:

Cristian Ortega Mahan

El café, esa bebida que despierta los sentidos y acompaña momentos, es mucho más que un simple estímulo matutino. Su historia, rica y diversa, se entrelaza con culturas alrededor del mundo, transformándose en un elemento esencial en diversas sociedades.

Desde su origen en Etiopía hasta convertirse en un fenómeno global, el café ha jugado un papel fundamental no solo en la economía, sino también en la socialización y en la creación de tradiciones. Explorar el mundo del café es adentrarse en un viaje por aromas, sabores y rituales que definen a comunidades enteras.

Historia del café

La historia del café se remonta a Etiopía en el siglo IX, donde se cree que se descubrieron los efectos estimulantes de los granos de café. Según la leyenda, un pastor notó que sus cabras estaban más activas después de comer los frutos de un arbusto. Luego, las semillas se llevaron a Yemen, donde se comenzó a cultivar y a preparar la bebida de café. Desde allí, su consumo se extendió por la península arábiga y el Medio Oriente.

En el siglo XV, el café llegó a Persia, Turquía y Egipto, donde se establecieron las primeras cafeterías, conocidas como qahveh khaneh. Desde estas regiones, la popularidad del café se extendió por todo el mundo árabe y, eventualmente, llegó a Europa en el siglo XVII a través de comerciantes y viajeros.

Las cafeterías se convirtieron en centros de actividad social e intelectual, y el café se asoció con la conversación, el intercambio de ideas y el debate. Con el tiempo, la demanda de café llevó al establecimiento de plantaciones en regiones tropicales de todo el mundo, incluyendo América Latina, África y el sudeste asiático.

Hoy en día, el café es una de las bebidas más populares del mundo, con una amplia variedad de métodos de preparación y estilos de consumo. Se cultiva en más de 70 países y es una parte importante de la economía global, además de seguir siendo un símbolo de socialización y cultura en todo el mundo.

Errores a evitar para disfrutar del mejor café

Parece fácil prepararse un buen café en casa, pero se puede estropear al cometer alguno de estos diez errores, según cita Infobae.

1) No elegir productos de calidad

La elección de ingredientes de calidad es crucial cuando se trata de preparar un buen café. Complementar la bebida con azúcar, edulcorantes, leche o especias de alta calidad puede influir significativamente en el sabor final del café. Un café de calidad merece ingredientes que complementen y realcen su sabor, en lugar de restarle valor. La elección de componentes de menor calidad podría, en última instancia, afectar negativamente la experiencia global del consumidor, disminuyendo la satisfacción que uno esperaría de una taza de café superior.

2) El agua para el café

En la búsqueda de la taza de café perfecta, expertos recomiendan utilizar agua limpia y libre de impurezas para una infusión óptima. El uso de agua filtrada o purificada es fundamental, especialmente si se opta por agua del grifo, cuya necesidad de filtración varía según la ubicación geográfica. La temperatura del agua también juega un papel crucial en la preparación, por lo que se recomienda no usar agua hirviendo sino muy caliente, permitiendo que se enfríe durante un minuto después de hervir para alcanzar la temperatura ideal.

3) La elección del grano de café

La elección del grado de molienda del café es crucial para obtener una bebida con el mejor sabor posible, dependiendo del tipo de cafetera utilizada. Se recomienda adaptar la molienda del grano a la cafetera específica para optimizar el resultado final de la bebida. La homogeneidad en la molienda asegura una extracción equilibrada durante el proceso de preparación.

4) La calidad del café no es buena

La diferencia entre un café de alta calidad y uno de producción masiva radica en el proceso, desde la cosecha hasta el tostado, que transforma significativamente la experiencia del consumidor. La recolección en el punto exacto de maduración y un tostado cuidadoso son fundamentales para lograr esos sabores especiales que caracterizan al buen café. Por el contrario, las prácticas industriales pueden resultar en una bebida amarga y menos agradable. La industrialización del café ha llevado a prácticas de recolección y tostado que no favorecen la calidad del grano. El enfoque cuidadoso y minucioso hacia la producción del café resalta la importancia de prácticas sostenibles y éticas en la industria cafetera.

5) Tener el filtro sucio

La importancia de un filtro limpio en la preparación del café se ha convertido en un tema de discusión entre expertos en gastronomía y aficionados. Mantener la higiene de los filtros es crucial para garantizar la calidad y sabor del café, así como prevenir la proliferación de bacterias y otros microorganismos nocivos.

6) Guardar mal el café

El almacenamiento adecuado del café y la importancia de su frescura son cruciales para disfrutar de su sabor al máximo. Se recomienda mantener el grano en lugares secos, lejos de fuentes de olores fuertes y bajo condiciones de poca luz para prevenir la oxidación y la pérdida de sus propiedades naturales. La frescura del café afecta directamente su sabor y aroma.

7) La receta del café

La exploración de nuevos métodos para preparar café emerge como una tendencia entre consumidores que buscan afinar sus paladares y descubrir su estilo ideal de bebida. Desde el tradicional espresso hasta innovadoras cápsulas, el universo del café se presenta vasto y diversificado, lo que incita a indagar más allá de las prácticas habituales de preparación.

8) Tener una cafetera muy vieja

La durabilidad y el mantenimiento adecuado de las cafeteras son aspectos cruciales para los aficionados al café. Realizar inspecciones periódicas y considerar la adquisición de una nueva máquina cuando sea necesario asegura la excelencia en cada taza.

9) Usar mala proporción de agua y café

Se sugiere un ratio óptimo de agua y café para maximizar el sabor y la calidad de esta bebida. Emplear una medida estándar de 7 gramos de café por cada taza promete una infusión equilibrada y exquisita para los aficionados.

10) No limpiar la cafetera

La limpieza regular y el adecuado cuidado de las cafeteras son cruciales para evitar la proliferación de bacterias que podrían afectar negativamente el sabor del café. La importancia de la higiene radica en el hecho de que, sin los cuidados apropiados, estos equipos pueden convertirse en focos de microorganismos que contaminen el café. La limpieza regular de todos los componentes es esencial para garantizar la calidad de la bebida.