Los huevos de gallina son un elemento esencial en la dieta mediterránea y es común almacenarlos en las hueveras de plástico o cartón que vienen del supermercado, ya sea dentro o fuera del refrigerador. Los huevos tienen una duración limitada; después de algunas semanas, pierden frescura y pueden deteriorarse. Un método simple para comprobar la frescura de un huevo es sumergirlo en agua: si flota, indica que no está fresco; si se hunde, significa que está recién recolectado. Además, hay técnicas para prolongar la frescura de los huevos, como las que te voy a contar hoy. Cuando compramos huevos, generalmente están colocados en sus hueveras con la punta hacia arriba. Esta disposición se utiliza principalmente para protegerlos durante el transporte, aunque tiene el inconveniente de que la cámara de aire del huevo, ubicada en la parte inferior, se ve presionada por el peso de la yema y la clara. Esto puede acelerar la pérdida de frescura de los huevos. Para conservar mejor los huevos y mantener su frescura por más tiempo, se recomienda una sencilla reorganización en su almacenamiento. Aquí te dejo unos trucos útiles: Si sigues estos consejos, podrás mantener durante más tiempo tus huevos frescos, evitando así el desperdicio de comida, un tema preocupante en la actualidad, y que debe de tenerse en cuenta cada día de forma más prioritaria.