La razón por la que los gatos temen el contacto con el agua

¿Realmente los gatos odian el agua? ¿Es algo que les suceda a todos?

AdonisMartinez

Por:

Adonis Martínez

14 de abril de 2024, 2:45 p.m.

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Un gato asustado por el agua.
Fuente: Pixabay.

A pesar de la percepción generalizada de que los gatos prefieren mantenerse solitarios y apartados, estos felinos pueden ofrecer una compañía llena de lealtad y afecto si se les brinda el cuidado apropiado.

Su naturaleza única demanda que entendamos y nos ajustemos a sus requerimientos y comportamientos, lo que es crucial para una coexistencia feliz. Curiosamente, muchos gatos muestran una notable desagrado por el agua, todo lo contrario que a las personas.

Por qué los gatos odian el agua

Gato descansando sobre su dueño.
Un gato durmiendo sobre su dueño.

Este desagrado se debe a varios factores instintivos y prácticos. El pelaje de los gatos, que les sirve de aislante, se vuelve extremadamente pesado y engorroso cuando se moja, lo que reduce su agilidad y los expone a amenazas potenciales. Además, la presencia de agua puede interferir con sus afinados sentidos, llevándolos a sentirse desconcertados y ansiosos, lo cual es algo que naturalmente prefieren evitar.

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La aversión de los gatos al agua está arraigada en su historia evolutiva. Originarios de entornos áridos y secos, estos animales han mantenido su preferencia por evitar la humedad a través de las generaciones. Este rasgo se observa claramente en su comportamiento diario, ya que muestran una marcada resistencia a mojarse, evitando el agua siempre que es posible.

Además de su instinto de evitar entornos húmedos, los gatos tienen varias razones biológicas para su desagrado por el agua. Poseen un olfato muy desarrollado que les permite detectar químicos en el agua que podrían ser dañinos, lo cual explica su tendencia a esquivarla. El contacto con el agua también puede alterar su identidad olfativa, crucial para su interacción social, ya que los productos de baño eliminan su olor natural.

Entonces, ¿No se puede bañar a un gato?

Sí, claro que se puede bañar a tu gato en el agua, pero debes tener en cuenta esto:

  • Los gatos que exploran el exterior o zonas rurales pueden ensuciarse significativamente y requerir asistencia para limpiarse, especialmente si no pueden hacerlo por sí mismos o si han entrado en contacto con sustancias nocivas o productos de limpieza domésticos.
  • Los gatos con pelaje largo o semilargo a menudo necesitan baños regulares para mantener su pelo limpio y sin enredos. Además, si un gato sufre de problemas dermatológicos, alergias o infestaciones de parásitos, el baño puede ser una recomendación veterinaria como parte de su tratamiento.
  • La necesidad de bañar a un gato dependerá de su estado de salud y las características de su pelaje. Generalmente, un baño cada mes y medio o dos meses es adecuado para la mayoría de los gatos.
  • Al bañar a un gato, es crucial establecer un entorno tranquilo y relajado para minimizar el estrés. Se debe usar un champú específico para gatos y tener cuidado de no mojar sus oídos y ojos para evitar posibles infecciones.

Además, como podrás ver en vídeos como estos, algunos gatos no sienten una aversión al agua, sino todo lo contrario, y aunque es raro, esto podría ayudarte a poder bañarlos, todo depende de la genética.

Cómo bañar a tu gato correctamente

  • Antes de comenzar el baño, deja correr el agua unos segundos para que tu gato se habitúe al sonido. Ajusta la temperatura a unos 30 grados centígrados para asegurar que sea cómoda.
  • Mojando primero la parte inferior del cuerpo de tu gato con tus manos o una esponja suave. Utiliza un champú especial para gatos y masajea suavemente su piel y pelaje.
  • Evita que el agua toque las orejas y los ojos de tu gato para prevenir infecciones. Asegúrate de enjuagar bien para eliminar todos los residuos de jabón, lo cual podría irritar su piel.
  • Después del baño, seca a tu gato con una toalla para quitar el exceso de humedad. Si tu gato tolera el secador, puedes usarlo con aire tibio a una distancia segura.
  • Una vez seco, cepilla su pelaje para que quede suave y brillante. Refuerza la experiencia positiva ofreciéndole una golosina o su juguete favorito.

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