Con el notable avance tecnológico de los últimos tiempos, nuestras viviendas se han llenado de una variedad de electrodomésticos que, aunque facilitan nuestro día a día, incrementan significativamente el consumo de energía y, por ende, el costo en la factura eléctrica. No es suficiente con simplemente apagar estos aparatos, pues el consumo de energía en modo espera, también conocido como consumo fantasma, sigue siendo un factor considerable que a menudo pasamos por alto. A pesar de que algunos electrodomésticos, como la nevera, necesitan permanecer encendidos para preservar los alimentos, existen varios que podemos desenchufar cuando no los usamos o no estamos en casa. A continuación, enseñaos cuáles son los electrodomésticos para que puedas optimizar el ahorro en tu factura de electricidad. Ahora que el buen tiempo está por llegar, el aire acondicionado se convierte en un indispensable de nuestra cotidianidad. Sin embargo, este también puede incrementar considerablemente nuestra factura de luz. Por ello, es recomendable apagarlo completamente cuando no esté en uso para evitar el consumo innecesario de energía. Las regletas son extremadamente útiles para conectar múltiples dispositivos a una sola fuente de energía. No obstante, incluso cuando no estamos usando todos los dispositivos conectados, el simple hecho de estar enchufados incrementa el consumo energético. La mejor práctica es desenchufar los dispositivos que no se estén utilizando o, en su defecto, apagar la regleta mediante su interruptor para cortar el suministro de energía completamente. Puede sorprenderte saber que los cargadores de dispositivos electrónicos y móviles consumen energía aunque no estén cargando nada. Por lo tanto, es aconsejable desenchufarlos una vez que hayas terminado de cargar tus aparatos para evitar este gasto adicional de energía. Muchos creemos que, al apagar la televisión, esta deja de consumir energía. Sin embargo, mientras esté conectada a la corriente, sigue consumiendo electricidad. La solución más eficaz es desenchufarla o desconectarla de la regleta una vez hayas terminado de utilizarla. De esta forma, contribuirás al ahorro energético incluso mientras duermes. Desenchufar la nevera no es una opción viable, dada la necesidad de mantener los alimentos en buen estado. Sin embargo, existen otros electrodomésticos, tales como la tostadora, la cafetera y el microondas, que sí puedes desconectar cuando no estén en uso, repercutiendo de forma positiva en tu factura de la luz.