Científicos logran resucitar al lobo gigante que conocías por Juego de Tronos

Colossal Biosciences es la empresa detrás de esta hazaña, quien ha presentado a Rómulo y Remo, 2 crías de seis meses de lobos gigantes.

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Adonis Martínez

Por primera vez en miles de años, una especie extinta ha vuelto a caminar entre nosotros. Se trata del lobo gigante, una criatura desaparecida tras la última glaciación y que ha sido traída de vuelta gracias a los avances en biotecnología. La empresa Colossal Biosciences ha logrado el nacimiento de tres cachorros a partir de ADN recuperado de restos fósiles. Los han llamado Rómulo, Remo y Khaleesi, un guiño tanto a la historia como a la cultura pop, ya que estos animales inspiraron a los huargos de Juego de Tronos.

El proceso ha consistido en editar genéticamente células de lobo gris con material genético extraído de fósiles con hasta 72.000 años de antigüedad. Tras modificar una veintena de genes clave, los científicos crearon embriones que fueron gestados por perras domésticas. El resultado ha sido el nacimiento de tres ejemplares con las características físicas que se atribuyen al lobo gigante: un tamaño mayor al de los lobos actuales, una mandíbula poderosa y un pelaje más claro y denso.

Actualmente, los cachorros viven en una reserva ecológica en Estados Unidos donde están siendo observados muy de cerca. El espacio cuenta con medidas de seguridad avanzadas, zonas de interacción y vigilancia constante. Más allá del simbolismo de haber recuperado una especie perdida, este logro plantea un sinfín de preguntas sobre los límites de la ciencia y el futuro de la conservación de especies.

El escritor de Juego de Tronos, detrás de este hito científico

George R. R. Martin, el autor que dio vida al universo de Canción de Hielo y Fuego, no ha querido quedarse al margen del renacer del lobo gigante. Como asesor cultural del proyecto de Colossal Biosciences, ha celebrado públicamente el nacimiento de los tres cachorros, subrayando que estos animales no son simples criaturas de leyenda, sino parte fundamental del ecosistema que existió en América del Norte durante milenios.

Aunque muchos los conozcan por su presencia en la televisión gracias a Juego de Tronos, los lobos gigantes llevan décadas formando parte del imaginario colectivo. Han aparecido en juegos de rol como Dragones y Mazmorras, en videojuegos como World of Warcraft y en todo tipo de historias de fantasía. Su figura imponente y salvaje ha sido siempre sinónimo de poder, lealtad y misterio.

En redes sociales, el regreso de esta especie ha causado sensación. La empresa compartió un vídeo en el que se escucha a Rómulo y Remo aullar al unísono por primera vez. El momento, capturado en una grabación sencilla, parece sacado de una escena de ficción, pero es completamente real: una estampa que mezcla ciencia, historia y fantasía en un mismo plano.

Y después del lobo. . . ¿El mamut?

Colossal Biosciences continúa avanzando en su misión de traer de vuelta especies extintas. Además de los lobos gigantes, la empresa ha presentado a sus “ratones lanudos”, pequeños roedores modificados genéticamente para parecerse a los mamuts, con pelaje espeso y grasa subcutánea. Estos ratones sirven como ensayo previo antes de intentar la desextinción del mamut en 2028.

La elección de los ratones no fue casual. Según Beth Shapiro, directora científica de Colossal, su ciclo reproductivo rápido los convierte en el modelo ideal para experimentar con modificaciones genéticas. En apenas seis meses, el equipo logró alterar genes relacionados con el pelo y la grasa, obteniendo resultados visibles.

A pesar de estos avances, replicar el aspecto del mamut en elefantes asiáticos será mucho más complicado. Su largo embarazo y escasa cantidad de pelo representan un desafío técnico enorme. Como señala el biólogo Vincent Lynch, lo más probable es que, incluso con éxito, el resultado sea un “elefante bastante calvo”.