¿Ardillas robots? El nuevo experimento para la vigilancia de áreas verdes

Este proyecto aumentó las posibilidades de que un robot logre aterrizajes erguidos y equilibrados.

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Por:

Candela González

¿Ardillas robots? El nuevo experimento para la vigilancia de áreas verdes
En el mundo de la robótica, ingenieros lograron crear máquinas impresionantes que captaron miles de miradas. Foto: La Península Es/ Canva.

En los últimos años, la robótica ha avanzado a pasos agigantados, transformando múltiples industrias y facilitando tareas que antes eran impensables para las máquinas. Desde la exploración espacial hasta la medicina, los robots han demostrado su capacidad para adaptarse a entornos complejos e imitar habilidades naturales con una precisión sorprendente.

Uno de los mayores desafíos en este campo es lograr que estos autómatas se desplacen con la misma agilidad que los animales en su entorno. En este contexto, un equipo de científicos de la Universidad de California en Berkeley ha desarrollado un innovador robot inspirado en las ardillas, capaz de saltar y aterrizar en ramas con gran precisión, un avance que podría revolucionar el uso de la robótica en distintos sectores.

El objetivo de la investigación era comprender cómo estos animales logran maniobras tan complejas. Además, aplicar sus estrategias a la robótica para mejorar la movilidad de los autómatas en entornos difíciles.

Un robot que “imita” a ardillas

    Publicado en Science Robotics, el estudio destaca que este avance podría facilitar el uso de robots en la inspección de edificios, el monitoreo de bosques o la vigilancia de infraestructuras. A través del análisis de videos y sensores, los científicos descubrieron que las ardillas absorben la mayor parte del impacto con sus patas delanteras y ajustan su frenado en la rama para mantener el equilibrio.

Basándose en estos principios, los investigadores modificaron un robot de una sola pata, llamado Salto, desarrollado en 2016. Aunque originalmente podía realizar saltos en superficies planas, el desafío era lograr que aterrizara con precisión en una varilla estrecha. Para ello, le incorporaron una pinza ligera en el pie y mejoraron el control de sus movimientos.

En las pruebas realizadas, el robot logró aterrizar con éxito en 25 de 30 intentos, manteniendo el equilibrio en algunos casos y sujetándose a la rama en otros. A diferencia de las ardillas, que utilizan sus extremidades delanteras para estabilizarse, Salto requiere saltos más pronunciados para prepararse antes del aterrizaje.

Robots incluso más ágiles

Para mejorar su estabilidad, los ingenieros incorporaron un sistema de control de fuerzas en la pata y añadieron una pinza ligera en la punta del pie para aumentar la fricción en los aterrizajes. Durante las pruebas, Salto intentó saltar de una rama a otra, primero utilizando solo su pata y, luego, con la ayuda de una rueda estabilizadora en el torso.

En 30 intentos, aterrizó con éxito 25 veces, logrando mantenerse erguido en dos ocasiones y ajustando su posición en los demás intentos exitosos. El equipo de Berkeley planea seguir optimizando la capacidad de Salto para equilibrarse y ajustar su pata en pleno vuelo, con el fin de imitar aún mejor la precisión de las ardillas.

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