Las mujeres viven 5,3 años más que los hombres en la UE: ¿Por qué?

La particularidad la da Madrid, con la más alta esperanza de vida para mujeres de toda Europa.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

Las mujeres viven 5,3 años más que los hombres en la UE: ¿Por qué?
La brecha de esperanza en la UE entre hombres y mujeres es de 5,3 años. Fuente: Canva - La Península

La brecha de género en la esperanza de vida sigue siendo un tema relevante en el ámbito de la salud pública en la Unión Europea (UE). Según datos recientes de la Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, las mujeres viven, en promedio, 5,3 años más que los hombres en esta región.

Este fenómeno, lejos de ser una simple estadística, plantea preguntas esenciales sobre los factores sociales, biológicos y comportamentales que subyacen a esta diferencia.

Factores biológicos y hormonales

Uno de los aspectos más analizados por los expertos es la influencia de las hormonas. La presencia de estrógenos en las mujeres tiene un efecto protector contra enfermedades cardiovasculares, que representan una de las principales causas de muerte en los hombres. Por el contrario, los hombres tienden a tener mayores niveles de testosterona, una hormona asociada a comportamientos de riesgo que pueden afectar su longevidad.

    Además, investigaciones genéticas han sugerido que las mujeres podrían tener ventajas en términos de resistencia celular y capacidad de reparación del ADN, lo que les otorga mayor resiliencia ante enfermedades crónicas.

Impacto de los estilos de vida

El comportamiento y los hábitos juegan un papel crucial en la diferencia de esperanza de vida. Estudios indican que los hombres suelen adoptar estilos de vida más riesgosos, como el consumo excesivo de alcohol, tabaco y dietas poco saludables. También tienen mayor propensión a involucrarse en actividades peligrosas y accidentes laborales.

Por otro lado, las mujeres tienden a prestar más atención a su salud, acudiendo con mayor frecuencia a controles médicos preventivos y adoptando hábitos alimenticios más equilibrados. Este enfoque proactivo contribuye significativamente a la detección temprana de enfermedades y a la mejora de su calidad de vida.

Factores sociales y culturales

Las desigualdades de género también se reflejan en el ámbito laboral y doméstico. Aunque las mujeres enfrentan mayores niveles de estrés relacionados con la doble carga de trabajo y las responsabilidades familiares, los hombres a menudo se ven afectados por presiones sociales que limitan su capacidad para expresar emociones y buscar apoyo psicológico. Este aislamiento emocional puede derivar en problemas de salud mental que, en muchos casos, no reciben la atención necesaria.

En algunos países de la UE, las políticas de bienestar social han tenido un impacto positivo en la longevidad femenina, al proporcionar acceso a servicios de salud más inclusivos y redes de apoyo comunitario.

Reducción de la brecha: ¿es posible?

A pesar de la disparidad actual, existe un consenso creciente sobre la necesidad de reducir esta brecha de género en la esperanza de vida. Esto implica fomentar estilos de vida saludables tanto para hombres como para mujeres, además de promover políticas públicas que aborden las desigualdades estructurales y garanticen un acceso equitativo a la atención médica.

La educación también desempeña un papel esencial. Programas que fomenten la concienciación sobre la salud masculina, junto con iniciativas para derribar estigmas asociados a la vulnerabilidad emocional, podrían marcar una diferencia significativa en los próximos años.

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