Okupa mata a una anciana y la tira al río dentro de una maleta

El responsable de estos hechos es reincidente y por casos similares.

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Por:

Adonis Martínez

Casa Okupada
Frame de la casa Okupada vista en televisión. Fuente: Fox.

Michael Darwin Moody, de 54 años, ha sido detenido en Oregón por el asesinato de Judy Rosalita Hurley, una anciana de 80 años postrada en cama. Su cadáver fue hallado el 17 de febrero dentro de una maleta en la orilla del río Willamette, en Sauvie Island. La autopsia confirmó que murió de forma violenta.

La Oficina del Sheriff del Condado de Multnomah (MCSO) informó que Moody fue arrestado el 20 de febrero en un apartamento de North Portland, tras reunir pruebas que lo vinculan con el crimen. Se le acusa de homicidio en segundo grado, entre otros delitos.

Las autoridades continúan investigando los motivos del asesinato y si hubo más implicados. Moody sigue bajo custodia y enfrentará cargos por asesinato y otros delitos relacionados.

Apunta a ser un asesinato brutal

    Judy Rosalita Hurley, conocida como ‘’, habría vivido en una situación de vulnerabilidad antes de ser asesinada. Según relataron Leslie Ortiz y Justin Misner, amigos de la anciana, en su casa vivían personas ajenas a su familia sin su consentimiento.

Entre estos ocupantes se encontraba Michael Darwin Moody, ahora detenido como principal sospechoso del crimen. Sus allegados habían manifestado preocupación por su seguridad, ya que la anciana, postrada en cama, no podía defenderse ni controlar quién entraba en su hogar.

Estos testimonios refuerzan la hipótesis de que Hurley fue víctima de abuso antes de su trágico desenlace, lo que podría agravar los cargos contra Moody.

La mujer estaba sola, según las pruebas

Leslie Ortiz y Justin Misner conocieron a Judy Fivecoats en la primavera de 2024, cuando se interesaron por comprar su casa azul en North Syracuse Street. Desde el principio, destacaron su amabilidad y la ausencia de familiares cercanos que pudieran cuidar de ella.

La pareja decidió ayudarla en lo posible, llevándola a sus citas médicas y buscando un centro donde pudiera recibir los cuidados adecuados. Aunque logró mudarse temporalmente, su estado de salud empeoró y terminó regresando a su domicilio.

Esta situación la dejó aún más indefensa, sin nadie que velara por su bienestar, lo que habría facilitado que extraños ocuparan su casa sin su consentimiento.

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