Este es el mejor momento para empezar un hábito, según la ciencia

¿Año Nuevo? ¿Los lunes? Esto es lo que la ciencia dice sobre esto.

Por:

Adonis Martínez

Cada año, nos aferramos a ciertas fechas como puntos de partida para cambiar nuestras vidas: los propósitos de Año Nuevo, la limpieza de primavera o el reto de “Enero seco”. Parece que hay momentos perfectos para renovar hábitos, pero ¿realmente funciona así?

A pesar del entusiasmo inicial, la mayoría de estos intentos se desvanecen con el tiempo. Nos decimos que es cuestión de fuerza de voluntad o del momento adecuado, pero quizá estemos enfocando el cambio de la manera equivocada.

Entonces, ¿cuál es el verdadero secreto para crear hábitos que perduren? Puede que la respuesta no esté en el calendario, sino en un factor mucho más personal y profundo.

¿Cuál es el mejor momento para comenzar un hábito?

A finales de 2024, los expertos compartieron con National Geographic que los cambios duraderos no surgen de modas pasajeras ni de presiones externas, sino de motivos personales profundos.

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Según la psicóloga Wendy Wood, lo que realmente impulsa un cambio es cuando las razones están arraigadas en algo significativo para la persona. Esto hace que los nuevos hábitos sean más sólidos y fáciles de mantener a largo plazo.

Wood también menciona que los “puntos de inflexión”, como una crisis de salud o una situación financiera difícil, pueden ser momentos poderosos para iniciar un cambio. Estos momentos suelen generar una motivación duradera, porque tocan aspectos esenciales de la vida de las personas y no dependen de modas o expectativas ajenas.

Además, el neurocientífico Kyle Smith resaltó que no es necesario esperar a una situación extrema para hacer cambios importantes. Si sientes que algo debe mejorar en tu vida, lo mejor es actuar de inmediato y no posponerlo, escuchando las señales de tu cuerpo.

Otras formas de mantener un nuevo hábito en el tiempo

Otra estrategia clave para crear hábitos exitosos es desglosar objetivos grandes en metas más pequeñas y específicas, como limitar la ingesta de calorías o hacer ejercicio 30 minutos al día, en lugar de establecer metas vagas. Los estudios indican que las metas claras y específicas generan mejores resultados que las vagas.

Los expertos, como Hong, aseguran que las metas bien definidas mejoran el rendimiento y aumentan las probabilidades de éxito a largo plazo. Establecer objetivos claros mantiene la motivación y facilita el logro de resultados concretos.

El “apilamiento de hábitos” es otra técnica útil, que consiste en añadir un nuevo hábito a uno ya establecido. Por ejemplo, leer 10 páginas de un libro cada noche justo después de cepillarse los dientes. Esto facilita la incorporación del nuevo hábito sin interrumpir la rutina diaria.