¿Qué ocurriría en el Vaticano si el Papa Francisco muere de neumonía bilateral?

El sumo pontífice sigue luchando por su salud en un hospital de Roma. Este sería el peor de los escenarios.

El Papa Francisco, de 88 años, ha sufrido un empeoramiento de su salud desde principios de febrero, cuando empezó a padecer una recaída bronquial que afectó su capacidad para realizar actividades cotidianas. Esta condición obligó al pontífice a recibir asistencia durante su lectura, lo que generó preocupación entre sus seguidores.

El 14 de febrero, Francisco fue ingresado en el hospital Policlínico Agostino Gemelli de Roma, donde se encuentra bajo tratamiento y reposo para su recuperación. A pesar de su delicado estado, el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, destacó que el papa pasó una noche tranquila y comenzó el día con normalidad, incluso leyendo los periódicos.

No obstante, la comunidad católica sigue atenta al progreso del pontífice, esperando nuevas actualizaciones sobre su salud. Aunque el panorama actual es relativamente positivo, su avanzada edad y las complicaciones respiratorias mantienen la incertidumbre sobre su evolución.

¿Qué sucede en el Vaticano si el Papa Francisco muere?

Si el papa Francisco falleciera, el Vaticano activaría inmediatamente el protocolo Sede Vacante. Este proceso implica que el camarlengo verifique su muerte y selle el lugar en que ocurrió. Además, se suspenderían todas las audiencias y eventos programados.

A continuación, se organizaría el funeral papal, que debe llevarse a cabo entre el cuarto y sexto día tras su fallecimiento. Durante este tiempo, el Vaticano se centraría en preparar todo lo relacionado con el servicio y el rito.

Este procedimiento, marcado por la tradición, asegura que todos los pasos del protocolo se sigan correctamente para mantener el orden y el respeto dentro de la Iglesia Católica. A partir de aquí, llegaríamos al Cónclave.

¿Qué es el Cónclave?

El cónclave, la reunión de cardenales para elegir al nuevo Papa tras la muerte o dimisión del anterior, es un proceso que despierta la atención mundial. Este ritual, que se llevaría a cabo entre 15 y 20 días después de la defunción papal, se realiza en la Capilla Sixtina, donde los cardenales menores de 80 años votan hasta lograr una mayoría de dos tercios.

La reciente película Cónclave profundiza en los complejos entresijos de este proceso, mostrando cómo la Iglesia enfrenta la elección de un nuevo líder. Mientras el mundo espera el famoso humo blanco, que anuncia la elección del nuevo Papa, los cardenales ya han sido seleccionados por el Papa saliente, lo que añade aún más dramatismo al proceso.

Una vez elegido, el nuevo Santo Padre aceptará su cargo y proclamará su nombre ante los fieles. El evento culmina con su primera bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la Basílica de San Pedro, simbolizando un nuevo ciclo para la Iglesia.