Jean-Marie Le Pen y Pierrette Lalanne: Una separación digna de película

Este martes falleció el líder histórico de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, y su vida volvió a estar bajo la lupa nuevamente.

Por:

Luciana Godoy

Jean-Marie Le Pen, figura emblemática de la extrema derecha en Francia, falleció este miércoles a los 96 años. Reconocido globalmente por sus políticas controversiales, también lo fue por su escandaloso divorcio con su exmujer, Pierrette Lalanne. Es que el político denunció públicamente que su esposa lo había abandonado y había huido con un periodista que era conocido por él, ya que había escrito su biografía.

La Primera Dama compartió con Le Pen más que una vida matrimonial; juntos tuvieron tres hijos, durante la carrera política de su esposo. Pero, lejos de limitarse a un papel decorativo en la política francesa, Pierrette tenía otra visión de vivir la vida y eso motivó la separación.

La ruptura no fue del todo silenciosa, ya que en esa época no estaban bien vistos los divorcios. Sin embargo, Pierrette encontró una manera de hacerse notar: protagonizando una portada de la revista Playboy. Un acto que sorprendió y escandalizó a la sociedad francesa de la época, dado que posó desnuda, convirtiéndose en símbolo de rebeldía y rompiendo con los rígidos moldes asociados al conservadurismo político.

Lejos de sus hijos, sin dinero y una peculiar división de bienes

Pierrette Lalanne, se casó con Jean-Marie Le Pen en 1960, y durante su matrimonio, tuvieron a Marie-Caroline, Yann, y Marine Le Pen. La vida parecía ir de color de rosa hasta que decidió abandonar a su familia en 1985. Según las palabras del político, reveló que su exmujer se fugó con el periodista Jean Marcilly, al que él le había encargado escribir sus memorias.

Esta historia fue relatada por el propio Le Pen, quien explicó a un medio francés que, al regresar a casa un día, descubrió que su esposa se había marchado llevándose varias maletas sin previo aviso. Al preguntar a la empleada doméstica sobre lo sucedido, esta le informó: “La señora se ha marchado con el señor biógrafo”.

En 1984 se divorciaron, y las pequeñas quedaron bajo la custodia de su padre. El proceso de separación estuvo lejos de ser sencillo, por un lado, porque según el libro En el infierno de Montretout, escrito por Olivier Beaumont, Pierrette se llevó el ojo de cristal de Le Pen y, en represalia, él retuvo las cenizas de su madre. En el texto, el autor describe que el momento del intercambio parecía extraido de una película de terror, ya que los abogados de ambos lo realizaron en secreto, durante la noche y en un bosque.

Pero, eso no fue todo, ya que tiempo después Pierrette exigió una pensión compensatoria, pero Le Pen se negó rotundamente, espetándole: “Ponte a trabajar de sirvienta”. Así fue como esta decidió responderle posando para la revista Playboy vestida como empleada doméstica. Sobre esto, Le Pen declaró: “Cuando vi que las fotos se vendían, sufrí por mi país. Sentí que atacar a un Le Pen era atacar a Francia, y creo que los franceses lo entendieron así”.

Eventualmente, la polémica se calmó y años después, Pierrette le pidió ayuda a su exmarido dado que se había quedado sin dinero. Él accedió y le permitió instalarse en una vivienda anexa a la casa principal en Montretout, donde ella reside actualmente.

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La relación de Pirrette con su hija

El divorcio con su padre y la posterior publicación de la revista Playboy, llevó a que Marine Le Pen se distanciara de su madre y estuvieran varios años sin dirigirse la palabra, “Una madre es un jardín privado, no un basurero público”, expresaba con dolor Marine poco tiempo después sobre las fotos desnudas de su progenitora

15 años pasaron hasta que madre e hija decidieran retomar la relación y fue la propia política la que expresó a la prensa que la seguía queriendo como el primer momento. Curiosamente, decidió alejarse de su padre por las declaraciones de este con el partido Nazi.