1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha Contra el Sida: presente y desafíos

Como ya es habitual, esta fecha se ha convertido en un hito respecto a una enfermedad que marcó toda una época. Todas las implicancias de un día muy especial.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA. Fuente: Canva - La Península

Cada 1 de diciembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Lucha Contra el Sida, un momento clave para reflexionar sobre el impacto de la epidemia, las oportunidades de avance y los desafíos aún por enfrentar. Este día, instaurado en 1988 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue el primer día dedicado a una cuestión global de salud pública. Su propósito central es sensibilizar a la sociedad, movilizar recursos y eliminar el estigma asociado al VIH/Sida.

Contexto global y desafíos actuales

En 2022, unas 39 millones de personas vivían con VIH, y aunque se ha logrado un gran progreso en el acceso a tratamientos, alrededor de 1,3 millones de nuevas infecciones ocurrieron ese año. Además, poblaciones clave, como hombres que tienen sexo con hombres, personas transgénero, trabajadores sexuales y usuarios de drogas inyectables, representan una proporción significativa de los nuevos casos debido a barreras estructurales y sociales que dificultan su acceso a servicios de salud.

A pesar de los avances en tratamientos antirretrovirales, el estigma y la discriminación continúan siendo obstáculos importantes. En muchos países, las leyes y políticas punitivas perpetúan la exclusión de comunidades vulnerables, agravando la epidemia en estas poblaciones clave.

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El lazo rojo es un símbolo internacional que muestra apoyo a la lucha contra el VIH/SIDA y solidaridad con las personas afectadas por la enfermedad. Fuente: Pexels

Avances y metas actuales

La campaña de 2023, liderada por organizaciones como ONUSIDA y la OPS, lleva el lema: “Que lideren las comunidades”. Este enfoque subraya el papel crucial de las comunidades afectadas en la respuesta al VIH. Desde programas de autopruebas hasta la profilaxis previa a la exposición (PrEP), las iniciativas lideradas localmente han demostrado ser efectivas para alcanzar a quienes enfrentan mayores riesgos.

Además, se ha destacado la necesidad de enfoques basados en los derechos humanos y la equidad para garantizar el acceso universal a servicios de prevención, tratamiento y cuidado. La meta global es ambiciosa: eliminar el sida como problema de salud pública para 2030, reduciendo las nuevas infecciones y muertes relacionadas.

Implicancias para la salud pública

El VIH no solo es un problema médico; tiene profundas implicancias sociales y económicas. La falta de acceso a servicios adecuados perpetúa ciclos de pobreza y exclusión. Además, la pandemia de COVID-19 puso en evidencia las desigualdades en los sistemas de salud, afectando programas de prevención y tratamiento del VIH en muchos países.

En América Latina y el Caribe, cerca de 2,5 millones de personas viven con VIH. Sin embargo, apenas un porcentaje limitado accede a un tratamiento antirretroviral continuo. Esto resalta la necesidad de fortalecer los sistemas de salud primaria y comunitaria.

La dificultad de crear una vacuna contra el HIV. Fuente: Canva

Perspectivas y llamados a la acción

El Día Mundial del Sida no solo busca conmemorar a quienes han perdido la vida, sino también redoblar los esfuerzos para erradicar el estigma y garantizar que nadie quede atrás en la lucha contra el VIH. Las prioridades incluyen:

  • Expansión de servicios de prevención y tratamiento, como la distribución de PrEP y autopruebas.
  • Fortalecimiento del liderazgo comunitario, asegurando que las voces de las personas afectadas guíen las respuestas locales y globales.
  • Promoción de políticas inclusivas que eliminen las barreras legales y sociales para las poblaciones más vulnerables.

La colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades es esencial para lograr un futuro libre de sida. Este día, el llamado es claro: avanzar juntos hacia un mundo más equitativo y solidario en el que el VIH deje de ser una amenaza para la salud pública.

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