‘Mano Muerta’: el letal sistema de Rusia diseñado para responder incluso sin Putin

Un sistema automatizado diseñado para lanzar una represalia nuclear en ausencia del liderazgo ruso, asegurando la capacidad de respuesta del país ante un ataque catastrófico.

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Por:

Adonis Martínez

Mano Muerta
La Mano Muerta, lo que ninguna persona queremos conocer. Fuente: Producción en Canva PRO y La Península.

En el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, y con las tensiones nucleares en un punto crítico, el mundo vuelve a mirar con preocupación hacia el sistema conocido como “Mano Muerta”. Este mecanismo, heredado de la era soviética, está diseñado para garantizar que, incluso si el presidente Vladímir Putin y su alto mando militar fueran eliminados, Rusia tenga la capacidad de lanzar un ataque nuclear masivo en

La “Mano Muerta”, también llamada “Perimeter” durante su desarrollo en la Guerra Fría, es un sistema automatizado que opera como el último recurso en caso de un ataque devastador contra el país. Este mecanismo fue concebido bajo el principio de disuasión, asegurando que ningún adversario pudiera golpear a Rusia sin enfrentarse a una respuesta igualmente catastrófica, incluso en ausencia de cualquier mando humano, y como último objetivo, derrocar a los Estados Unidos, su rival.

¿Qué es la Mano Muerta?

La particularidad de este sistema radica en su capacidad para operar sin intervención humana. Una vez activado, Perimeter evaluaría señales específicas, como niveles de radiación, actividad sísmica y pérdida de comunicaciones con los centros de mando, para determinar si el país había sido víctima de un ataque nuclear devastador. Si se confirmaban estas condiciones, el sistema podría ordenar automáticamente el lanzamiento de una respuesta nuclear masiva, asegurando una represalia devastadora.

A pesar del secretismo que ha rodeado su existencia, un alto mando militar ruso reconoció en 2011 algunos detalles del sistema. Serguéi Karakaev, comandante de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia, afirmó en una entrevista con el diario Komsomolskaya Pravda que Perimeter estaba operativo y que Rusia mantenía la capacidad de destruir a Estados Unidos en menos de 30 minutos. Estas declaraciones, aunque aisladas, dieron credibilidad a la existencia de un sistema que hasta entonces había sido considerado un mito o una reliquia de la Guerra Fría.

Un sistema que no es del todo autónomo

El sistema Perimeter no es completamente autónomo, ya que su funcionamiento depende de una red de sensores distribuida a lo largo del territorio ruso. Estos sensores están diseñados para monitorear una serie de variables, como la presión atmosférica, niveles de radiación y actividad sísmica, con el objetivo de detectar señales claras de un ataque nuclear. Solo en el caso de que estas mediciones indiquen un ataque devastador y no haya respuesta del liderazgo ruso, el sistema asumiría que los líderes han perecido y activaría la represalia.

A pesar de su diseño automatizado, Perimeter no está exento de intervención humana. En situaciones extremas, un operador desde un búnker subterráneo tendría la capacidad de activar manualmente el sistema, asegurando que su funcionamiento quede bajo supervisión en caso de necesidad.

La Mano Muerta, una muestra de poder a Estados Unidos

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AFP

Aunque muchos detalles de Perimeter permanecen clasificados, se sabe que su funcionamiento implica el lanzamiento de un misil de comando que envía una señal electrónica a los misiles balísticos repartidos por todo el territorio ruso. Este diseño asegura una respuesta nuclear incluso si las comunicaciones tradicionales fallan.

Con un arsenal estimado en 6.000 ojivas nucleares y más de 500 plataformas de lanzamiento, incluyendo submarinos y silos en regiones como el Ártico, Rusia mantiene una capacidad de represalia que sigue inquietando a la comunidad internacional.

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